El pequeño pastor. 7 - Relatos Eróticos

El pequeño pastor. 7

... me toco la cabeza. Abrahán — pastor David, ya me va a salir la semilla – Deje de chuparla sin sacarla de la boca pasado la lengua hasta que sentí el sabor de su leche, cuando termino me puse de pie agarrándole la pija. David — hermano Abrahán, gracias por darme en la boca tu semilla, ¿ya te la había chupado alguien? — Abrahán —- pastor David, dios sabe que nadie me la había chupado solo una prima le da veces y me la jala — David — hermano Abrahán, ahora tú mastúrbame para que me saque la semilla consagrada — Me agarro la pija y la empezó a jalar haciendo que disfrutara, mientras le manoseaba las nalgas y jalarle la pija para que el también gozara, estaba muy excitado controlándome para no besarlo en la boca, pero me atreví a decirle. David — hermano Abrahán, en tu iniciación te di a probar con un dedo la semilla de dios consagrada, no quieres mamarme el pene para darte la semilla en la boca – Me miro a los ojos sin dejar de jalarme la pija.

Abrahán — pastor David, si dios y usted quien recibo la semilla consagrada en la boca — Se agacho abrió la boca metiéndose la pija para mamármela gozando lo que sentía, le acaricie el cabello. David — dios tu hijo Abrahán quiere recibir tu semilla consagrada en la boca, envíasela — Disfrute lo más que pude aguantado el orgasmo hasta que llego, le agarre la cabeza fuerte y le descargue los chorros de leche en la boca. David — hermano Abrahán, dios te manda su semilla consagrada trágala toda — Se la deje dentro hasta que salió la última gota, la saque y se puso de pie. Abrahán — dios gracias por darme a tomar tu semilla consagrada que me diste por medio del pastor David — David — hermano ya termino el ensayo del coro vamos a ponernos la ropa – Nos vestimos y cuando íbamos a salir. Abrahán — pastor David, no le vaya a decir a nadie que le chupe el pene — Le toque la pija aun dura sobre el pantalón. David —- hermano Abrahán, sabes que lo que pasó solo queda entre dios, tú y yo, al menos que tú decidas contárselo a alguien, de dios o de mi no lo sabrá nadie — Al salir fuimos a donde estaban los del coro hablando hasta que fuimos a casa a comer, descasar y preparar el sermón que me tocaba decía al otro día, por la noche ya acostado seguía caliente por lo que me metí el tubo para sacarme leche y dormir tranquilo.

Al otro día fuimos al templo, mientas mi papá daba su sermón miraba a la hermana Judith madres de Abrahán pensando que diría si supera que él me mamo la pija y se trago la leche, me toco pasar a dar mi sermón y hablarles a los de la asamblea, cada vez agarraba más confianza me movía haciendo ademanes y gesticulaciones como mi papá para mantener la atención de los hermanos y hermanas, dándome cuenta que les gustaba. Al terminar la asamblea despedir a los asistentes algunos hermanos y hermanas me felicitaban por mi sermón. Ese domingo nos tocaba comer con mi tío Mateo, tía Estela, Gabriela y Samuel, fuimos a un restaurante antes de ir pasamos por la casa a cambiarnos la ropa del templo, me puse una trusa ...