1. Sexo en el safari con mi hermano


    Fecha: 29/08/2024, Categorías: Incesto Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    ... duros y firmes, estaba demasiado excitada, era mi hermano pequeño, pero quería follar, estábamos lejos de casa, nadie nos conocía y pensé porque no, si él no dice nada por qué lo tendría que decir yo y así lo que fuera a pasar pasaría aquella noche.
    
    Sus manos empezaron a dibujar mi cuerpo desde mis senos hasta llegar a mis bragas, las empezó a recorrer de un lado a otro, mis piernas se empezaban a moverse y sus dedos empezaban a meterse por debajo de la tela que las separaba de mi vulva, sus caricias se posaron en mi clítoris estimulándolo hasta que empezó a crecer, metiéndose entre mis labios mojados buscando mi vagina, empezaba a gemir y a mover mi cadera, sentía su pene golpeando mis muslos, un pene duro y grande, era una sensación entraña, estaba tan excitada quería que me hiciera suya, querías entregarle mi cuerpo por completo a él, pero era mi querido hermano pequeño el que me estaba acariciando mi sexo intentando bajar mis defensas y permitirle pasar.
    
    Izan empezó a bajarme las bragas, sabía que estaba despierta, le ayude a quitarse el bóxer y me incorpore para quitarme el camisón, mi hermano no tardo en meterse entre mis piernas, su cuerpo sobre el mío, ninguna palabra entre los dos, solo el sonido de los animales en la noche, la luna iluminaba la escena de pasión en la que nos habíamos sumido, sus brazos apoyados en la almohada mirando fijamente, estábamos temblorosos, ninguno de los dos se atrevía ahora a dar el primer paso.
    
    Sentía su pene por encima de mi sexo a las puertas de mi templo, su pecho presionando mis senos, nuestra respiración acelerada, sentía su corazón latir con fuerza junto al mío y nuestros sin querer, sin pretenderlo se iban acercando muy despacio mientras que no paraba de mirar aquellos ojos tan azules, hasta tenerlo tan cerca que cerré mis ojos cuando se posaron en mí, despacio nos empezamos a besar y mis labios se abrieron para dejarle entrar.
    
    Nuestras manos se juntaron, se abrazaron con los dedos entrelazados, las caderas empezaron a bailar y su pene se deslizó desde mi vientre hasta mis labios, golpeándolos buscando mi vagina, queriendo entrar en mí, lo estaba deseando, estaba deseando sentir sus caricias en mi interior, mi vagina estaba tan preparada para el que no dude en bajar una mano y cogiendo su pene lo guíe a mi entrada, ahora era cosa de Izan que poco a poco fue metiéndola despacio.
    
    Nuestros besos cesaron de repente y mis dedos apretaban los suyos, empezaba a verme reflejada en él, en su cara como le iba cambiando el gesto al sentir como me penetraba con su miembro, los gemidos aparecieron cada vez que la sentía más dentro de mí, rozando con mis paredes, dándome lo que tanto deseaba.
    
    Nos besábamos apasionadamente y una y otra vez su pene entraba dentro de mí, aunque se notaba la inexperiencia en mi hermano lo que le faltaba lo suplía con aquella enorme polla que tenía, penetraciones incontroladas, rápidas, cortas, ahora profundas, se le salía una y otra vez, hasta que le empecé a guiar, ...