1. El demonio de Saint Clare


    Fecha: 28/08/2024, Categorías: Incesto Autor: Zippo., Fuente: CuentoRelatos

    Mis rodillas reposan sobre la blanda superficie, mis manos igual. Confieso que en ocasiones se me hace difícil mantener la postura. La falta de equilibrio, el cansancio, la inquietud, y por sobre todo, el placer me obligan a postrarme por completo...
    
    No se trata de un rey, tampoco está frente a mí.
    
    La cama parece querer desarmarse, los ruidos no cesan, mis dientes tiran fuerte de las sábanas de seda como si quisieran desgarrarlas, mis dedos se aferran a todo lo que tocan.
    
    Sus manos; una de ellas sobre la zona media de mi espalda, sometiendo mi cuerpo a un arco más pronunciado; la otra azota mis nalgas, apretando con fuerza al crepúsculo de dicho contacto.
    
    Es inevitable, más que gemir, gritar de placer. Para mí es mucho más que estar de perrito, ya que no es el pene de mi esposo el causante de mi aparente agonía, es mi hijo quién está detrás de mí. Es el pene de mi hijo el que, al entrar y salir de mi vagina con afán; no solo me llena por completo, sino que también me provoca el placer más intenso.
    
    Son pocas las mujeres que se sentirán identificadas con mis palabras. Escaseamos aquellas capaces de cruzar la línea, trascender los límites de nuestra moral, todo por la insaciable necesidad de ir más allá.
    
    Me llamo Amanda, Amanda Saint Clare, y esta es mi historia.
    
    Quisiera decir que mi vida fue lo suficientemente injusta como para terminar buscando consuelo en brazos prohibidos, pero no es así, ni lo fue. Por esa razón, cualquiera que sea el castigo por mi conducta será bien merecido, ya que siempre tuve incluso más de lo necesario.
    
    Tengo cuarenta y dos años, de los cuales; veintiuno son de casada, veinte siendo madre, diría que siete como amante, y la totalidad de mi tiempo en este mundo tan complejo ha sido maravillosa.
    
    Tuve una buena infancia, buena crianza, buena educación, me casé con un buen hombre, en fin.
    
    Soy de baja estatura, cabello y ojos oscuros, piel clara. Mi complexión es normal, rasgos comunes... En cuanto a mis atributos de mujer, culo y tetas con un tamaño normal, lo notorio es mi vagina. Mi marido dice que es gordita.
    
    Para ser franca, nunca había tenido fantasías sexuales con mis hijos, por ello se me hace difícil asimilar la posición en la que me encuentro, sobre todo el camino que me ha traído hasta aquí.
    
    Vengo de una crianza materna religiosa y moralista, me siento sucia, indigna, pero es que mi vagina, a la hora de comer, siempre ha podido más que cualquier argumento moralista o religioso. Aunque nunca había llegado tan lejos.
    
    Sebastian, mi hijo mayor, el mismo con el que tengo sexo desde hace un mes tiene veinte años. Dentro de poco lo enviaremos a América; por fin decidió que hacer con su vida, quiere estudiar psicología en Harvard.
    
    Todo comenzó una noche. Hacía mi recorrido habitual por toda la casa para asegurarme de que todo estuviera bien antes de dormir, al pasar por su cuarto noté que la puerta estaba un poco abierta; tengo la costumbre de dar las buenas noches a todos mis ...
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