1. El culo de Celeste


    Fecha: 25/09/2019, Categorías: Anal Autor: Geronimo68, Fuente: CuentoRelatos

    ... abajo hacia arriba…
    
    —Mmmm… que riiico —dijo ella.
    
    Pronto los fluidos hicieron su trabajo de lubricación. Los de mi lengua y los que brotaron de su vagina. Después me subí a ella para penetrarla con sumo cuidado pero sin titubear. Simplemente entré y esperé su reacción. Me abrazó y movió la pelvis como invitando. Entonces la empecé a coger. Primero en vaivenes lentos. Luego en golpes cortos y manteniendo la profundidad. La manejaba a voluntad y su cuerpo pequeño era una delicia. Nos olvidamos de Carina que, sentada aparte y ya en pelotas, se masturbaba y amasaba sus tetas muy lentamente.
    
    —Hazme tu perrita… ven por detrás! —Dijo Celeste.
    
    La liberé y sola se acomodó en cuatro patas. La estocada fue lenta y profunda, llegando al fondo de su cuerpecito. Mi contextura no era exageradamente grande, pero así y todo me quedaba pequeña. Por supuesto, desde mi postura tenía vista a su ano. Apoyé la mano en una nalga y con el pulgar húmedo, entré a acariciarlo.
    
    —Ya?
    
    —Ja!… No, tranquila. Estamos en las previas de las previas…
    
    La cogida y manoseos de clítoris desembocaron en un orgasmo anunciado por chillidos y jadeos. Me retiré para bajar a lamerle el culo y reforzar así sus sensaciones. Al sentir el contacto anal, Celeste vino a tocarse la concha y al cabo de minutos tuvo otra descarga.
    
    Carina abandonó por un momento lo suyo. Se acercó y dejó cerca un gel lubricante.
    
    —No sé por qué, pero imaginaba de cómo venía esto. Así que me pareció prudente…
    
    —Gracias, amiga…Siempre en los detalles.
    
    Tomé un poco en mis dedos y lo descargué en la entrada. Fui masajeando hasta que presioné, le metí la punta del dedo en el ojete.
    
    —Tú flojita, amiga… tranquila y floja —dijo Carina— No solo te asesoraré… también voy a prepararte. Ya conozco tu cola y esto es para placer y no para curar heridas
    
    Cargó también sus dedos con lubricante y vino a ayudarme. O mejor dicho tomó mi lugar y la dejé hacer. Sus dedos eran más finos que los míos y casi enseguida logró meter dos en el delicado agujero, ayudada por la excitación de Celeste.
    
    —Si te molesta me avisas. Vamos despacio, si?
    
    —Va de puta madre, amiga mía… se siente genial!
    
    Yo simplemente miraba y me sobaba la verga para no perder dureza. Cuando sintió que la amiga estaba distendida y bien lubricada, me miró. Sacó los dedos, tomó mi verga para apuntarla a la entrada del culo. Dio dos palmaditas en la cola de Celeste y le dijo:
    
    —Ahí vamos, amiga…
    
    Simplemente empujé y entré sin casi esforzarme. Celeste apenas si suspiró hondo. La tomé por las angostas caderas en inicié el juego. Mi verga se escurrió entera en el diminuto culo y la recibió sin chistar. Carina no perdía detalle de la operación. Se la notaba también excitada y atenta.
    
    —Estás bien, amiga?
    
    —Genial… me siento genial… como ni me imaginaba!
    
    —Ya te ayudo un poco más… —dijo y le metió mano en la concha para masturbarla…
    
    —Mmmm… si, así, me encanta. Méteme los dedos, Carinita… quiero tener todo ocupado… ...