1. Aventuras y desventuras húmedas: Primera Etapa (16)


    Fecha: 25/09/2019, Categorías: Incesto Autor: LilithDuran, Fuente: CuentoRelatos

    ... que el primero, pero esta vez, por iniciativa propia dispuso el otro seno. La sensación fue la misma, aunque esta vez soltó solo un único y comedido gemido de placer al notar como todo el semen le llenaba el pecho izquierdo. La visión era terrible, a la mente le vinieron los sobres de mayonesa de comida rápida que alguna vez le traían. “Es como si me hubieran lanzado varios a las tetas”, su mente sonrió con tal imaginación, aunque su rostro seguía con el mismo rictus y los ojos fijos en el miembro de Sergio.
    
    Un tercero se deslizó por la punta mientras Sergio soltaba un interminable.
    
    —Aaahhh.
    
    Que a Carmen, incluso le hizo gracia. Sin embargo, evitó reírse por no estropear tal momento de pasión. El líquido que salió en esta acometida, llegó al seno derecho de la mujer, que levantó estos aún más recogiendo la pequeña cantidad que salía.
    
    Sin poder soportarlo más, el joven se sentó en la cama, recostándose finalmente sobre el mullido edredón, sin ninguna fuerza y con el ritmo cardiaco por las nubes. Había quedado igual que su tía escasos minutos atrás.
    
    Carmen se miraba aún los pechos sujetados por su parte inferior “esto… no… no ha estado… nada mal” pensó al ver como esa sustancia blanca le recorría casi completamente sus senos. Levantó la cabeza solo para ver a su sobrino agotado, pero con el vigor de su miembro aún recto como el mástil de un barco. No pudo soportar quedarse quieta, la punta del joven esta morada, lubricada todavía con alguna que otra saliva suya que la dejaba brillante y en un arrebato, le pasó la lengua.
    
    Sergio se estremeció como nunca y puso las palmas en alto para que parase, pero su tía ya se había levantado en dirección al baño. Debía limpiarse a fondo, aunque, tampoco le hubiera importado disfrutar un rato más de la sustancia caliente y espesa sobre sus senos. Se quitó el sujetador limpiándose con agua para dejarlos impolutos, perdiendo unos segundos contemplándose en su desnudez, viéndose radiante, bella, espléndida. “¿Será gracias a la excitación que tengo?” Pensó antes de darse la vuelta.
    
    Lo que más la sorprendió de camino a donde su amante reposaba, era el gran tacto que le dejaron y el tono brillante que habían adquirido “¡mejor que mis cremas!”. El orgasmo le había quitado varios años de encima, caminada flotando por la alfombra sin dejar de mirar al joven que seguía tumbado en la cama. Estaba pletórica, pero el clímax del chico… esa… corrida, había sido algo que aún le hacía vibrar todo su cuerpo.
    
    Carmen que de nuevo estaba lista y con la llama de la pasión bien encendida, se quedó totalmente desnuda enfrente del joven. Sergio había conseguido incorporarse y le esperaba apoyado en la cama sobre sus manos y sin la camiseta… los dos estaban desnudos.
    
    Caminó hasta donde él y puso sus manos en sus hombros, este pasó las manos por sus muslos llegando hasta su trasero donde lo palpó con cariño.
    
    —Veo que sigues listo.
    
    —Ni siquiera bajó… increíble.
    
    —¿Gracias a mí? —preguntaba al tiempo que ...
«12...789...16»