1. Taller mecánico


    Fecha: 25/09/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Era tarde, la fiesta estaba acabando, esas reuniones siempre estaban llenas de mucho alcohol, de situaciones calientes, donde algunos de mis amantes me besaban, me metían mano y si había suerte cogía con uno o varios.
    
    Ese día había besado a un amigo de una prima, y a la novia de un sobrino, había fajado con uno de mis primos, con uno de los amigos de mi suegro y con uno de mis tíos.
    
    Mi coño estaba caliente y pedía verga con urgencia, pero en esa fiesta aún no la había recibido. Estabamos ya pocas personas cuando me llegó el mensaje de una amiga con una serie de fotos de mecánicos suecos desnudos. Como se me antojaron aquellos machos y pensé en que tenía ganas de ser la puta de un taller mecánico.
    
    Al llegar a la casa, mientras me preparaba para dormir no dejaba de pensar en ser puta de mecánicos, sentir sus vergas entrar en mí en un taller sucio, lleno de pósters de mujeres casi desnudas o desnudas.
    
    Al siguiente día le hablé al Paco, un primo de mi esposo que varias veces me había dado ricas cogidas, él amaba mis puterías, la forma en que muevo las nalgas al coger. Él por su trabajo conoce a varios mecánicos.
    
    Le dije cual era mi idea y me dijo sobre el tipo de mecánicos que conocía, casi todos eran de carros de marcas caras, de compañías, todos estos gente con estudios de ingeniería, solo conocía un taller mecénico donde los trabajadores eran gente que pertenecía a una secta con la cual no podría recibir todo lo que yo quería.
    
    Yo quería mecánicos sucios, groseros, que no quisieran darme placer si no cogerme, ser suya en un taller sucio. Paco me dijo que iba a buscar algo y que me avisaría.
    
    Como a los tres días Paco me avisó que había encontrado un taller como yo lo quería. Me dijo que ya había hablado con los mecánicos. El jueves osea dos días después me recibirían a las 9 y media de la mañana, estarían conmigo hasta las 2 de la tarde.
    
    Paco no estaría en esa cogida, solo me había conseguido los machos, y me dijo como estaría todo.
    
    Esa mañana mientras Arturo se arreglaba para irse a la oficina yo me bañaba, cuando él salió yo corrí a mi vestidor para buscar mi ropa de puta deseosa de vergas. Esa vez escogí una minifalda negra que volaba, debajo usé una tanga roja de hilo dental con una apertura en la vagina para poder recibir la verga de algún macho. Tacones de aguja negros, arriba un top blanco, me pinté la cara muy bonita y usé mi mejor lápiz labial rojo, era un rojo intenso. Me veía deliciosa.
    
    Le mandé una foto a Paco con mi atuendo y le escribí que viera lo que se iban a coger esos señores.
    
    Condujé hasta el taller mecánico, este estaba cerrado, me paré frente a este sobre la banqueta, toqué el claxón dos veces, la primera larga la segunda corta. Era la señal que se me había dado para que me abriera y pudiera entrar. Alguien abrió la puerta, entré con el carro. Paco me había dicho que los mecánicos habrían trabajado toda la noche para recibirme sucios y sudados y para tener un pretexto para tener cerrado el ...
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