Mundo utópico - Relatos Eróticos

Mundo utópico

... cada escalon pues se subia cada paso.

Al entrar en la cocina, mi madre estaba arrodillada frente a mi padre, el cual estaba desayundo, con mi hermano mayor a su lado, en el momento que entre ambos se quedaron mirándome cayendo su saliba de su boca.

Rapidamente se levanto mi hermano a felicitarme y darme un beso en la boca, aprovechando para meter la mano debajo de la falda, a lo que me aparte inconscientemente, lo que provoco un guantazo por su parte que me mando al suelo.

Mi padre observando la escena sonrio y me dijo que íbamos a acercarnos en cuanto desayunaramos al registro para inscribirme de su propiedad, lo que me asusto de sobremanera, pero no dije nada simplemente mire al suelo.

Mi madre seguía mamando sin decir nada, y yo me levante y me dispuse a sentarme a desayunar cuando mi hermano agarrándome del pelo me llevo a una esquina en la que había un plato de perro con comida de perros bañados en algo blanduzco.

Tras undir mi cara en el plato me indico que ese era mi desayuno. Lo comí como buenamente pude, pues aquello sabia a rayos y aquella cosa blanca que posteriormente sabría que era el semen de mi hermano y mi padre no ayudaba.

Una vez acabamos de desayunar subimos mi padre y yo al coche y nos dirigimos al ayuntamiento, al entrar había un montón de gente, en las mesas se veían hombres trajeados con mujeres completamente desnudas dando vueltas con papeles o llevando alguna cosa de un lado a otro, algunas estaban arrodilladas haciendo mamadas a los trabajadores o guardias de seguridad o algún cliente.

Tras un rato esperando en la que los hombres me miraban con deseo, llego nuestro turno, y tras los papeles correspondientes, preguntas sobre mi y miradas lascivias, tras dos horas en el ayuntamiento ya pertenecía a mi padre.

El hombre le indico que debía llevarme a enfermería para la inspección, a lo que rápidamente se giro hacia mi y me ordeno desnudarme, a lo que me quede mirándolo y negando con la cabeza, no podía obligarme a ello delante de toda aquella gente.

Al ver que no obedecía, el que nos había estado atendiendo le dijo que pasaba siempre que no se preocupara, y tras hacer un gesto con la mano, un hombre enorme, de seguridad, me agarro las manos a la espalda, y mi padre tras sacar una navaja, me corto toda la ropa que llevaba, dejándome únicamente con las medias y los zapatos, el que me sujetaba alabo las buenas tetas que tenia, que estaba deseoso de que trabajara allí para poder catarme, y tras arrastrarme a la parte de atrás, me llevo a una sala medica, donde me sujeto a una silla ginecológica.

Al poco tiempo, entro un hombre de unos 50 años que tras mirar mi historia, me hizo un examen físico, en el que no se corto al tocarme de forma mas excesiva de lo que un medico debería hacer, metiendo varios dedos en mi coño y culo, amasar mis tetas, y mirar mi boca oídos y ojos.

Tras media hora que me parecio eterna apareció mi padre y se puso a hablar con el, diciendole que mis agujeros eran vírgenes, ...