1. CUÑADA, ME GUSTAS MUCHO


    Fecha: 19/08/2024, Categorías: Incesto Autor: Aldebaran110, Fuente: SexoSinTabues30

    ... acusaban el calor.
    
    En esto que se giró y me dijo:
    
    -Cuñado, ¿te importa que me suba el vestido?
    
    -No hay problema. Si ves que puedes, adelante.
    
    Lo decía por dos motivos, uno, no me importaba ver a mi cuñada ligera de ropa, y el segundo, que no tenia claro que pudiera sacarse el vestido por la cabeza por culpa de ese techo del coche tan pequeño.
    
    Para mi decepción mi cuñada solo se subió el vestido a la altura de su cadera por lo que tuve que conformarme con la visión de sus hermosas piernas y sus bragas de encaje.
    
    -Así mucho mejor, me dijo.
    
    En ese momento yo también llevaba una calentura de aúpa. El calor, la visión del cuerpo de mi cuñada y mi polla que pugnaba por salir del pantalón en una nueva erección que amenazaba con destrozar mi reputación de buen marido y mejor padre. Así que me acomodé como pude dejando que mi rabo se empalmara a gusto siguiendo la línea de mi muslo hacia abajo.
    
    En cuanto paráramos en el restaurante con cualquier excusa me iría al baño y me haría una buena paja.
    
    A eso de las 12:30 salimos de la autopista y fuimos a parar al área de servicio. No recordaba que el restaurante que conocíamos y en el que solíamos desayunar estuviera cerrado a esas horas.
    
    Al detener el coche en la entrada, vimos con decepción que un cartel de Se Vende cubría una de las dos puertas correderas del local.
    
    Nos quedamos mudos en el coche cuando mi hermano se fijo en un letrero que decía:
    
    Bar-Restaurante a 5 km.
    
    Solo teníamos que aguantar un poco más y podríamos parar.
    
    Al fin llegamos al Bar-Restaurante que anunciaba el letrero. Yo me bajé despacio acomodando mi polla que aún seguía empalmada esperando que una buena paja la liberara de su presión. Les dije que iba al baño y me dijeron que me esperarían y que irían pidiendo.
    
    -Un café bien cargado y un croissant a la plancha, por favor, le pedí a mi mujer.
    
    Miré bien y vi un cartel que señalaba los lavabos. Al llegar me di cuenta de que en realidad eran lavabos comunes, vamos que eran tanto para hombres como para mujeres.
    
    Me metí en el primero que encontré. Levante la tapa con papel, estaba un poco sucio, y me saqué la polla dispuesto a darme un buen homenaje. En ese momento oí la puerta de fuera abrirse, será mi hermano pensé, no habíamos visto ningún otro coche en el aparcamiento.
    
    La puerta del lavabo no llegaba hasta abajo y al girarme puede ver que eran unas piernas de mujer. Se abrió la del al lado y se sentó en la taza.
    
    -¿Estás ahí cuñado? Preguntó. ¡Era Claudia!
    
    Me detuve azorado. Ni siquiera había empezado a meneármela.
    
    -Me estaba meando, siguió contándome. Después de tomarme el primer sorbo de café, me entraron ganas y me vine corriendo.
    
    Yo no dije nada, solo asentí con la cabeza y como si me hubiera visto, siguió hablándome.
    
    -Me ha dicho Lola que no les quedaban croissants y que si te veía te lo dijera.
    
    Para entonces mi polla se había vuelto flácida de nuevo. Mi cuñada me la había puesto dura y ahora oyéndola se me habían ...
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