Tito, me descubre - Relatos Eróticos

Tito, me descubre

... te parece, lo quieres?

Y. si, lo quiero papi…

Le bajo el pantalón en lo que esta parado, le siento en el sofá y me pongo a mamarle, una vez ensalivado me pongo algo de saliva al ano y levantando mi falda me siento sobre su tranca que está firme y dura pero con líquidos preseminales, me siento abrazándolo, mirándole a los ojos. Tiene una tranca linda, como de 18 centímetros, blanca, venosa y no muy gruesa y algo curvada hacia arriba, su glande es alargado como una lanza, voy controlando el ingreso al apoyarme en mis rodillas, no deja de besarme ni acariciarme el culo. Entra con cierta dificultad el glande y estando así, levanta de un solo envión su cadera haciendo que entre la mitad de su pene, me ha dolido y lanzo un gemido corto y silencioso, le digo al oído muy quedito, con cuidado papi, que duele… luego de estar un rato así y de que se acostumbre a su tranca, termino de deslizarme y entra todo el pene, luego de lo cual comienzo a subir y bajar, es delicioso y lo gozamos los dos…. Ahhh, que delicia. Me dice que no quisiera acabar todavía y que quiere hacerme de perrito, me levanto y me pongo en cuatro patas sobre el tapiz, mostrándole la redondez de mi culo y en lo que he trabajado bastante y de verdad que es redondito luego de acariciar mi culito, se pone detrás de mi, le pone saliva a su pene y a mi ano y empuja su tranca que entra también con algo de dolor, mientras esta así, me coge de las caderas y de ahí me hala y mueve su pelvis sacándolo completamente para metérmela luego con fuerza, cada arremetida es un placer intenso, luego acerca una de sus manos para acariciar mis pechos apretándolos, luego de embestir como 20 minutos me echa sobre el tapiz, de espaldas y se echa encima de mi, me levanta las piernas y mete su tranca a mi ano que ya lo recibe con alegría, lo hace besándome y acariciándome con pasión y yo respondo hasta que en un momento recibo su semen caliente en mi interior, se echa sobre mi y me abraza, hemos sudado firme y luego de ello cuando estuvo flácido se sale su pene y él se echa a mi lado hasta que se regule su pulso, me abraza y me dice que estuvo rico, no deja de besarme y yo también. Mi verga se ha reducido a su minima expresión y creo que por vergüenza ante el pene de Tito- Yo aprieto el esfínter del ano para que no se salga su semen.

T. vas a ser mi amante desde ahora, si? .

Y. Si amor, voy a ser tu amante, no te pido nada mas que me hagas el amor las veces que puedas…

T. ok… pero vas a ser solo mia.

Y. No te lo aseguro, si no me ofreces fidelidad, yo tampoco debería ofrecértela, -le digo retadora-.

Se ha puesto de pronto apenado.

Y. Mentira tontito¡¡¡, claro que voy a ser solo tuya, -le digo besándolo en los labios.

Pasado un rato, me inclino hacia su pene y se lo mamo para limpiárselo y luego de ello voy a asearme al baño y vuelvo felicísima alisándome el vestido. Luego de tomarnos otra cerveza me invita a salir a comer, son las seis de la tarde y me cambio pero no dejo la tanga y eso le ...