1. Un viaje a la playa con mi madre y yo (Parte 3)


    Fecha: 26/07/2024, Categorías: Incesto Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos

    ... Vale, está bien. Fóllame a pelo. Cuando venga tu padre querrá follarme también y si me quedo embarazada de ti, diré que es de tu padre, claro. Esta vez lo haré con el sin condón.
    
    Se sonrió.
    
    -Estás loca, le dije. Pero te quiero mamá. Anda, date la vuelta.
    
    Se volvió dejándome ver su culazo. Cogí mi polla con la mano derecha y se la metí despacio. El agua nos cubría la cintura.
    
    Empecé con el mete y saca y mi madre ya gemía como loca. Yo quería aprovechar al máximo el momento, no quería que acabara nunca. Seguimos follando como locos hasta que mi madre tuvo su primer orgasmo.
    
    Dio un grito, pero afortunadamente nadie podía oírnos. No estábamos muy lejos de la orilla pero no había nadie allí.
    
    Después de correrse quise ver la cara de mi madre. La giré y se la metí ahora de cara. La sensación viendo sus gestos mientras follábamos era lo más. Yo seguí dándola bien fuerte y ella se agarró a mis hombros y nos hundimos un poco más.
    
    -Ay, cariño, me decía. Fóllame, sigue así, más fuerte. Dame más, dame más. Cariño, que gusto, me voy a ir otra vez, me voy a ir.
    
    Yo no pude aguantar más y al oír eso, me fui. Me corrí como un loco dentro de ella. No creía que hubiese llamado nunca a mi padre cariño. Pensaba que yo era solo para ella.
    
    -¡Aaaaah! gimió ella al sentir mi leche inundando su coño.
    
    Se agarró más fuerte a mis hombros y casi me hizo daño. Noté como su coño se apretaba más aún contra mi polla.
    
    No sé cuanta leche le eché ese día, pero fue más incluso que aquella vez que estuve 15 días sin pajearme.
    
    Casi nos hundimos del todo en el mar al llegar al orgasmo, pero salimos a flote. El semen salía de entre sus piernas y se iba con la marea.
    
    Salimos a trompicones agarrados de la mano. Estábamos exhaustos por el orgasmo.
    
    Nos secamos y nos vestimos y recogimos todo y nos fuimos de la playa.
    
    De vuelta en el autobús, noté a mi madre mucho más caliente que los días anteriores. Me tocaba la pierna y el muslo y menos mal que íbamos en el último asiento del bus, porque si no nos habrían visto casi todos los viajeros.
    
    Llegamos al restaurante y nos tocó el camarero de siempre. Nos dejó la carta y se quedó mirando el escote de mi madre como siempre.
    
    Cuando se marchaba, mi madre me dijo:
    
    -No para de mirarme el tío. La verdad es que está bueno.
    
    Me acerqué a su oído y le dije:
    
    -¿Te lo follarías?
    
    -Pues, que quieres que te diga. Me gustaría probarlo.
    
    Estaba claro que mi madre estaba muy cachonda. No sé que le había pasado o si era por culpa mía. ¿Querría que el capullo ese se la follase? Tendría que aceptarlo. Estaba poniéndome cachondo pensando en verla follar con un desconocido.
    
    Después de comer, nos trajo la cuenta y le pedí que nos dejara un bolígrafo. Escribí algo detrás de la cuenta y dejé el boli en la mesa y entonces toqué el muslo de mi madre sin disimular. El camarero no le quitaba ojo del muslo.
    
    Mi madre le guiñó un ojo y el camarero se quedó asombrado. Desapareció en la barra y nos trajo la ...