1. Begoña: Mi deseada madura


    Fecha: 22/09/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Ser39, Fuente: CuentoRelatos

    Me llamo Sergio y os voy a contar esta historia que ha sido tan caliente como real.
    
    Vivo en un barrio pequeño en España. Ahora tengo 43 años y mis gustos no han cambiado, según cumplo años, las mujeres me gustan más mayores.
    
    Begoña es la maduraza que más cachondo me ha puesto desde mi primera paja hasta ahora mismo, que me estoy pajeando a su salud. Sin duda ha sido a la mujer a la que más he dedicado y a la que con más ganas folle, pues hasta que pude follármela paso mucho tiempo.
    
    Vivía en frente de la casa de mi madre con sus hijos, muy joven se separó del marido. Hacía mucho deporte, salía a correr a diario e incluso participaba en eventos. Yo la miraba cuando salía de casa, cuando entraba y siempre que la veía salir a mediodía a un descampado cercano a tomar el sol, salía tras ella para observarla y pajearme. Me pajeaba a diario pensando en ella al menos dos veces al día. Imaginad las ganas que tenía de follarme a Begoña, pero no me atrevía más que a saludarla mientras mis ojos se la comían con la mirada. Ella es una mujer morena, de piel morena, un culito de deportista, una cara que sin ser guapa, me da mucho morbo y ahora hace unos 5 que se puso a sus 55 años unas tetas impresionantes. Buuff!! Lo que le faltaba.
    
    Pasé mi adolescencia soñando y pajeandome con mi musa del sexo, Begoña.
    
    Al cabo de varios años, yo trabajaba de repartidor y por suerte ella empezó a trabajar en una tienda donde yo serbia a menudo y empezamos a tratar más, además su hijo y yo nos hicimos colegas. Otro hándicap para follarmela, aunque yo seguía viéndola con los mismos ojos y ella se daba cuenta y me parecía que le gustaba como la miraba, aunque a ella siempre le merodeaban muchos hombres parecía que yo había conseguido llamar su atención y eso me ponía más burro todavía.
    
    No me iba nada mal con las chicas, pillaba bastante y siempre tenía alguna novieta o rollete o algo. Una vez coincidí con Begoña estando con una chavalita enrollado y esta me dejó ese mismo día porque se dio cuenta de cómo miraba a Begoña, una mujer de entonces 50 años.
    
    Ya con la confianza creada a diario y viendo que le gustaba como la miraba, empecé a buscar el verla más a menudo, pasaba por su tienda con cualquier excusa y me la comía con la mirada. Se ponía cachonda la zorra de ella y se movía sabiendo lo burrote que me ponía.
    
    Llegaron las fiestas del barrio y ella es muy marchosa así que allí estaba bailando y poniendo cachondos a la mayoría de hombres de su alrededor.
    
    Esa noche animado y envalentonado por lo que me había tomado y lo que me ponía esa mujer, me acerqué a ella por detrás decidido y agarrándola por la cintura la abrace por detrás mientras la saludaba. Begoña giro la cabeza y cuando vio que era yo echó su culilo para atrás buscando mi rabo, el cual reaccionó en menos de dos segundos con una erección brutal. Begoña rozándose más y más volvió a girar su cabeza con una cara de cachonda que la agarré más fuerte de la cintura y la empujé ese culo con mi ...
«123»