1. La tentación de Ana


    Fecha: 25/07/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... pasar nada más entre nosotros.
    
    —Es lo único que quiero, además, acuérdate quién me ha puesto así — me dijo con una pícara sonrisa.
    
    —Qué morro tienes. No sé cómo me he dejado convencer. Te hago una paja y listo, no me pidas otra cosa.
    
    Rafa no contestó, se limitó a tumbarse con las manos bajo la cabeza y a abrir un poco más las piernas. La verdad es que estaba para comérselo. Mi mano, libre ya de la suya, siguió con el movimiento. Ahora me concentré y, ya que iba a hacerlo, lo haría bien. Le apreté un poco más fuerte y me moví más rápido. En poco tiempo estaba disfrutando, asida a una polla enorme y durísima. Mis pezones también parecían disfrutar, porque se fruncieron y presionaban la tela de la camiseta con el leve movimiento de mis senos. Rafa sonreía feliz con los ojos cerrados, dejando que yo hiciera todo el trabajo. Según le masturbaba empecé a excitarme, sobre todo al notar que su polla crecía aún más. Entreabrí los labios y seguí con la tarea, cuando Rafa me miró a los ojos, con el placer reflejado en los suyos aceleré y le acaricié el pecho con la otra mano. Estaba deseando tocarle los pectorales firmes y marcados. Gimió levemente y eso me volvió loca. Ahora mi mano le recorría frenéticamente, subiendo y bajando sin descanso, deseando provocar la erupción que se presagiaba inevitable. Me gustaba su miembro, caliente y duro bajo mis caricias y más grande que ninguno que yo hubiera visto. Rafa levantó las caderas de la cama y sentí su polla hincharse más todavía, empezando a palpitar en mi mano. Sabiendo lo que venía no pude contenerme y le dije :
    
    —Córrete, Rafa, echa todo. Córrete ya.
    
    Tensando todo el cuerpo se empezó a correr. Su miembro expulsó un chorro sobre su abdomen, luego otro. Mi mano incansable seguía estimulándole. Otro chorro cayó sobre mi mano, seguido de varios más.
    
    —Aaaaahhh, Ana, eres estupenda.
    
    Cuando dejó de manar su semilla bajé gradualmente el ritmo hasta que me detuve. Me costó un esfuerzo soltar su miembro, más blando pero todavía cálido y grande en mi mano. Mis ojos se encontraron con los suyos y me avergoncé. Abochornada por lo que había hecho me levanté y me metí en la ducha con la maleta, separando la mano del cuerpo para no mancharme de semen.
    
    Mientras me duchaba y vestía mis pensamientos estaban en conflicto, por un lado había disfrutado haciendo que Rafa se corriera en mi mano, por otro lado me sentía culpable. Ni necesitaba ni quería ser infiel a Lucas. Me había gustado encontrarme con Rafa, pero no tenía sentimientos hacia él. Salí vestida arrastrando la pequeña maleta dispuesta a irme enseguida. Evité la mirada de Rafa mientras me despedía.
    
    —De eso nada, Ana. Te invito a desayunar y luego te llevo a la estación . Tengo el coche en el parking del hotel.
    
    —De verdad que no, prefiero irme ahora.
    
    —Que no, Ana. Mírame por favor.
    
    Le miré a la cara. Rafa estaba tan normal, como si nada hubiera pasado. Se había puesto la camisa del día anterior.
    
    —Escúchame, no hemos hecho nada ...
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