1. La tentación de Ana


    Fecha: 25/07/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... las otras cabezas no lo sé, por la mía lo que pasa es que tienes un culito precioso y adorable. Además, y perdona lo que te voy a decir, creo que de alguna manera el poseer el culo de una mujer es una forma de mostrar tu dominio, tu poder sobre ella.
    
    —Jajaja, pues domíname, ya te he dicho que soy tuya para lo que quieras.
    
    —Si lo llego a saber hubiera hecho una lista, jajaja. Ahora límpiate un poco que vamos a salir.
    
    —¿Ahora? — hice un mohín.
    
    —Sí, venga date prisa.
    
    Salí del baño y me alargó una camisa suya. Salvo los zapatos no me dejó ponerme nada más. Tapada justo hasta mis nalgas bajamos en ascensor directamente al garaje, iba muy nerviosa porque alguien pudiera verme. Sin embargo, hacer eso a mis treinta y cinco años, casada y con niños, me pareció atrevido y excitante. Rafa sonrió cuando me metí corriendo en el coche. Lo sacó del parking y condujo lentamente por la ciudad.
    
    —Chúpamela, Ana. Sé buena.
    
    Me miró con una sonrisa perversa que le devolví. Me incliné y le bajé la cremallera. Condujo con una mano y con la otra me acariciaba el culo mientras yo mamaba golosa su miembro.
    
    —Despacio, cariño, no quiero correrme todavía.
    
    Durante mucho rato me dediqué a darle placer, su excitación era equiparable a la mía. Seguro que dejé empapado el asiento, jajaja.
    
    —Espera un momento — aparcó al lado de la acera en una calle oscura. Al final de la manzana se veía a dos personas que se alejaban —. Ahora súbete, quiero follarte aquí.
    
    Excitada a más no poder me subí a horcajadas en su regazo, mi espalda presionaba con el volante pero no tuve problemas para recibir su miembro en mi interior. A pesar del deseo que me dominaba oculté mi cara en el hueco de su hombro algo avergonzada. No esperaba estar haciendo estas cosas a mi edad. Me folló despacio, acariciando mi culo y mis tetas y empujando suavemente sus caderas hacia arriba. En unos minutos ya no me importaba que me vieran, cuando pasó gente a nuestro lado los ignoré para concentrarme en el placer que Rafa me regalaba. Nos corrimos a la vez resoplando intentando no hacer mucho ruido.
    
    —Ahora límpiame en el camino de vuelta.
    
    Rafa volvió a conducir y yo hice lo que me pidió. Me limpié con un pañuelo de papel para no manchar más el asiento y durante el regreso lamí y chupé su precioso miembro.
    
    Volvimos a follar en la habitación. Esta vez me puso contra la pared y me lo hizo desde atrás. Al final paramos para poder dormir un par de horas antes de volver cada uno a su ciudad.
    
    Han pasado tres años desde entonces. Ahora me reúno con Rafa en Valencia, donde tengo nuevos franquiciados. Cada mes nos vemos al menos una vez y disfrutamos mucho juntos. Como no nos conoce nadie somos muy atrevidos y hacemos lo que nos da la gana sin cortarnos un pelo. Sigo teniendo fijación con masturbarle y no se escapa ninguna vez sin que su pajillera se lo haga al menos una vez, incluso en algún restaurante cubiertos por el mantel.
    
    A Lucas, mi marido querido, sigo tratándole como a un ...