1. La tentación de Ana


    Fecha: 25/07/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... se saltó un latido. “Quiero hablar contigo” no presagiaba nada bueno. Cohibida de repente salí y bajamos a la calle. Mi expectación y mis nervios disminuyeron un poco cuando Rafa me cogió la mano y empezamos a caminar.
    
    —Necesito que hablemos de esto que hacemos, Ana. La semana pasada te mentí. No hubo ninguna emergencia que me impidiera venir, lo que pasó fue que necesitaba reflexionar y tener claro a dónde nos podía conducir esta relación.
    
    —¿No te gusta? — pregunté acongojada.
    
    —Claro que me gusta. Me gusta mucho, y ese es el problema — Rafa se detuvo y me miró a los ojos —. He estado deseando volver a verte desde que te dejé en la estación, y eso me da mucho miedo. No quiero perder a mi familia.
    
    —Yo tampoco quiero perder a la mía. ¿Sabes qué? Quiero más a Lucas desde que te encontré, de hecho, aún sin conocer a tu mujer creo que también la quiero, me siento unida a ella de alguna forma. Sé que tu corazón es de ella, yo solo quiero un trocito, como tú ya tienes un trocito del mío.
    
    —¿Y crees que podremos hacerlo?
    
    —Sí, creo que sí. Solo debemos tener claro que nuestras familias son lo más importante.
    
    —Tienes razón. Podemos llevar esto nuestro como algo aparte, separado de nuestra vida normal.
    
    —Claro que tengo razón, como siempre, jajaja. Y que sepas que me habías asustado mucho con ese "quiero hablar contigo" — imité su voz hablando con voz grave.
    
    —Jajaja, por asustarte voy a invitarte a cenar. ¿Dónde te apetece?
    
    La cena fue estupenda, no recuerdo la comida, pero sí la maravillosa sensación de estar viviendo algo precioso y único. Estaba todo claro entre nosotros y el mundo me parecía maravilloso. Tardamos mucho en el camino de vuelta al hotel, en cada callejón o rincón nos parábamos para besarnos y meternos mano como dos adolescentes cachondos. Nuestro primer beso fue algo especial. Me daba cuenta de que lo que tenía era insuperable, no solo mi familia y mi marido, a los que quería con locura y me correspondían, sino que también tenía un amante gentil y cariñoso. Y muy caliente.
    
    Aguantamos las risas en la entrada del hotel y nos comimos la boca en el ascensor. Rafa abrió la habitación conmigo subida, mis piernas rodeando sus caderas. No sin dificultad entramos y cerré la puerta de una patada para ir a parar a la cama con nuestros miembros enredados. Nos arrancamos la ropa con urgencia, deseando tocar la mayor cantidad de piel posible del otro. Al ver el miembro de Rafa pensé en la suerte que tenía de poder disfrutarlo y de que, aun ocasionalmente, fuera mío.
    
    No le dejé ni moverse, le obligué a tumbarse y me lo introduje en mi anhelante coñito. Cabalgué como una amazona persiguiendo el orgasmo que tanto necesitaba, mis tetas subían y bajaban al ritmo de mis caderas. Rafa me contemplaba atónito, no se esperaba tanta ansia por mi parte. Me corrí sin dejar de moverme, sin parar de montarle. Gocé como una loca del éxtasis que invadió todo mi cuerpo. Al final caí rendida sobre su pecho, saciada y feliz. Rafa, yo creo ...
«12...101112...»