1. La goidis y la mejor mamada


    Fecha: 23/07/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Jorelito, Fuente: CuentoRelatos

    ... el retrete, le señale con mi mano la puerta hacia el servicio sanitario, se paró y se dirigió hacia el cuarto de servicio dejando ver ese grande y apetitoso trasero. Tardó unos minutos y nuevamente salió, noté que sus senos habían sido liberados de su brasier, se veían aún más apetecibles.
    
    Dahia trato de seguir con la conversación del empleo pero la verdad ya el bicho de la lujuria me había hecho presa y ya mi verga se estaba poniendo demasiado erecta y se sentía muy incómodo esa erección dentro de mi pantalón.
    
    La invité a salir hacia la pequeña bodega donde se realizaban los trabajos de litografía y publicidad, estando adentro comencé a mostrarle cada una de las elaboraciones que tenía sobre la mesa pero sin perder oportunidad de verle ese escote que dejaba ver en gran cantidad sus grandes tetas, yo sentía mis mejillas ardiendo y sentía que cada vez que hablaba mi voz se escuchaba entre cortada y de igual manera sentía a Dahia.
    
    En una de esas ocasiones donde le estaba mostrando algunos trabajos que realizamos, pasé por detrás de ella e hice todo lo posible por poner mi verga entre sus grandes nalgotas y hacerle sentir mi erección, la primera vez solo noté como si ella quisiera rehuir al roce que yo proponía, lo intente la segunda vez y esta vez se la dejé en toda la mitad de su culo para que lo sintiera lo duro y parada que estaba, la sentí soltar un pequeño gemido y de inmediato mi morbo se activó con más fuerza, me hice a un lado de ella despegándome por completo y mirando a su cara para ver sus expresiones y saber si me lanzaba nuevamente o paraba, pero fue ella quién con el pretexto de tomar un folleto que estaba de mi lado se hizo por delante mío casi que buscando volver a sentir mi verga en su culo, ya no pensaba con mi cabeza, estaba poseído por el morbo y el deseo de ver a esa gordita desnuda y viendo cada una de sus grandes atributos, se la apoye con mucha fuerza mientras dejaba que sintiera mi respiración muy cerca de ella, por un costado pude observar como cerró sus ojos al sentir mi verga completamente dura y apoyada en su culo, le hable en su oído derecho y noté como se apoyó con más fuerza en mi verga, ya era el momento apropiado para tomar sus grandes tetas en mis manos.
    
    Pasé mi mano derecha hasta una de sus tetas mientras ella guardaba silencio y comenzaba a jadear y a dar gemidos de alta excitación, las tomaba por encima de su blusa pero no tardó mucho tiempo y ya la estaba despojando de su blusa dejando ver unas grandes y deliciosas tetas, que aunque eran muy grandes aún estaban conservando su lugar, para nada les hacía ganado la gravedad, eran grandes y bastante duras, la coloque en frente mío y ella solo miraba hacia abajo como si la vergüenza pudiera mas que el deseo y no tarde mucho tiempo en darme cuenta del por qué de esa actitud.
    
    Dahia seguía sin levantar la cabeza y me atreví a preguntar cuál era el motivo, si era que no se sentía a gusto o más aún si se estaba sintiendo obligada, lo digo por lo de su ...