1. La goidis y la mejor mamada


    Fecha: 23/07/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Jorelito, Fuente: CuentoRelatos

    No permanecía mucho tiempo en redes sociales, me parecía una perdedera de tiempo, sin embargo el destino es caprichoso.
    
    Vi el perfil de Dahia en el Face y debo decir que llamó mucho mi atención, era una mujer que se notaba era de esas que denominamos "goidis" porque a pesar de estar pasadas de kilos son mujeres con una firmeza en su piel y poseen curvas, muy llamativas para mi gusto.
    
    Dahia era una mujer joven para mí, yo contaba para ese momento con 47 años e, independiente, del ramo de las artes gráficas y la publicidad impresa, ella una mujer de 24 años y desempleada lo cual yo aproveche a mí favor para poder conocerla.
    
    Después de platicar sobre su vida y la mía, me dijo que ya que yo tenía una pequeña empresa, porqué no le ofrecía un empleo a ella, a lo que yo accedí gustoso, tenía muchas ganas de conocer a la mujer detrás de las fotos.
    
    Acordamos una cita para el día siguiente a nuestra última vez que chateamos por Face, solo que le dije que fuese a mi negocio después de las 6 de la tarde para poder tener el tiempo y la tranquilidad de atenderla y hablar sobre su empleo.
    
    Llegó muy puntual, 6 pm, en mi taller solo quedaba una chica que me colaboraba como secretaria y un joven que era el encargado de repartir la mercancía, la invité a seguir a mi oficina, la cual no es muy grande pero si trató de hacer que sea un espacio agradable, nos presentamos y comenzamos hablando de lo que elaboramos en nuestro taller, después de unos 10 minutos se despidieron mi secretaria y el único de los trabajadores de planta que aún quedaba.
    
    Desde ese momento comencé a mirar más detenidamente a Dahia para observar como estaba vestida, traía unos shorts blancos que le quedaban bastante bien, le daban un contorno muy especial a sus gruesas piernas y las hacían ver bastante provocativas, una blusa con un escote pronunciado de color beige que hacía ver súper grandes sus enormes tetas, que para decir verdad son las tetas más grandes que yo había visto en una chica joven, se veían bastante apetecibles, era una invitación a mirar cada día segundos el escote que dejaba ver unas protuberantes masas de carne y mi imaginación deliraba pensando cómo serían sus aureolas y sus pezones.
    
    Nuestra conversación fue basada únicamente en lo referente a su empleo, no sé porqué yo la notaba bastante incómoda y tome la palabra para preguntarle si había algo que la molestará, a lo que me respondió que yo la ponía un poco nerviosa, nuevamente le pregunté cuál era el motivo de que yo la pudiera nerviosa, con una sonrisa muy picaresca y con algo de nervios me hizo saber que cada vez que yo le miraba los senos la ponía muy nerviosa, por la forma en que la miraba, se sonrió nuevamente, y yo con un tono ya de morbo le insinúe que era natural que yo mirara a sus senos, ya que me parecían muy bonitos y llamativos. Nuevamente volvió a sonreír bajando la cabeza, sintiendo vergüenza de lo que yo había expresado, se acomodó un poco en la silla y me pidió el favor de dejarla utilizar ...
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