Mi Tío Me Enseño Los Grandes Placeres (2) - Relatos Eróticos

Mi Tío Me Enseño Los Grandes Placeres (2)

... de tu vida? Steve, parecía que la tierra te había tragado

— jajá, la verdad es que e estado muy ocupado

— y ¿en que cosa?

— todo quieres saber tu no

En ese momento sonó su celular y hablo

— ya se acabo la cena, no te preocupes que por nada del mundo faltare, dile a Stevan que estoy por llegar máximo 20 minutos ok chau

Termino de hablar y se despidió de mí sin mirarme a los ojos y se fue

— Chau Érica — Yo me quede ahí parada, Steve se había ido sin decirme ni una sola palabra, las cuales me decía antes de lo sucedido en Perú, yo me puse a pensar que yo ya no le llamaba la atención, porque ya Había hecho realidad su sueño, eso solo buscaba de mí, esas palabras que me decía

— Princesa te deseo, Déjate llevar, te voy hacer Gozar, te voy a enseñar los Grandes Placeres

Todas esas palabras se las había llevado el viento, llegue a odiarlo por eso, pero cuando me sobaba mi conchita lo recordaba, recordaba cuando estaba entre mis piernas lamiéndome el clítoris y me hacia gozar deliciosos orgasmos.

No podía creer lo que me estaba pasando, aparte de odiarlo por lo que me quito también lo deseaba, deseaba tenerlo entre mis piernas lamiéndome el clítoris, no podía creer que llegase a tanto como para desear eso, yo que al principio me opuse y luchaba a su acoso ahora lo quería de vuelta entre mis piernas.

Trate de olvidarme de esas sensaciones pero no fue fácil hasta que llego octubre y ahora tenía que pasar dos meses de estudios en el cantón de Interlaken, todos fueron conmigo a la montaña pero Steve ni se apareció.

El paisaje era hermoso, después de varias horas llegamos a Interlaken, la escuela estaba en una colina, había tanta gente, jovencitas acompañadas de sus familiares, algunas amigas mías estaban entre ellas y incluso una vieja rival de escuela, aquella escuela era solo para mujeres, después bajaron mis maletas y yo me fui a averiguar donde estaba mi habitación, una vez que lo supe, mis familiares llevaron mis maletas y cuando entre a esa habitación vi que me toco con una suiza como compañera de habitación aunque aun no llegaba pero su nombre y apellido estaban ahí escrito en la puerta, yo hubiera querido que me tocase con una de mis amigas pero no tuve suerte pero al menos la visión de nuestro balcón era bello, se veía la hermosa montaña, después de media hora hubo una charla y todas las chicas se reunieron, la clásica charla aburrida, después todas las jovencitas se despidieron de sus familiares.

Ya en la habitación entro mi compañera, una media loca, tenia un pirsin en la ceja y tenia un peinado masculino y estaba en sobrepeso y no era muy habladora conmigo, que mala suerte tuve.

Esa noche no podía dormir porque Loren como se llamaba la suiza estaba roncando, yo como estaba sin poder dormir, baje mis dedos hacia mi tesorito y comencé a satisfacerme, como no estaba sola, la sensación eran mayor, agarre mi almohada para morder y no dejar escapar ni un gemido

— Uhmmm… Ahggg… Uhhhhhhh… Mnnn… Uhhhhh… ...