1. La semana polloneurovisiva


    Fecha: 17/07/2024, Categorías: Gays Autor: Adrxxn, Fuente: TodoRelatos

    ¡Hola amigos!
    
    Antes de nada os pido perdón por haber tardado tanto tiempo en aparecer de nuevo por aquí, por motivos laborales he tenido varios viajes y no he podido conectarme mucho. Tampoco contestar a todos los emails, a lo largo de los próximos días os iré respondiendo.
    
    Os recuerdo como soy: me llamo Adrián (nombre ficticio), 25 años, de Madrid. Soy una persona "buenrollera", juguetona, vacilón y bromista, y con poca vergüenza. Físicamente mido 178, 68kg, con un cuerpo cuidado de ir a nadar y jugar al padel, ojos verdes y castaño claro (y me mide 18cm). Dicen que tengo un buen culo, todo depilado. En el sexo me defino como versátil y muy morboso.
    
    En esta entrega os quiero contar una situación que viví hace unos días, coincidiendo con la semana de Eurovisión. Aprovecho para decir que no me pareció nada bien el puesto de España... (lo tenía que decir). Esta semana de la Champions para los gays junta a muchas personas para ver juntos las semifinales y la gran final. Coincidiendo con la primera semifinal, el martes un amigo me invitó a su casa para verla junto a varias personas más. El plan es sentarnos delante de la televisión, comentar las actuaciones, votar por las mejores y hacer apuestas.
    
    Cuando llegué conocí a David (nombre ficticio), un chico de unos 22 años delgado, unos pedazo ojos azules, castaño y con tupé muy bien cuidado. Desde el primer momento fue muy agradable con todo el mundo, dando conversación de todo tipo y muy abierto a conocer gente. Vive en Madrid desde hace dos años, se vino a estudiar. Vive en un piso compartido con dos chicas más por la zona este de Madrid, y solterísimo (según decía, porque lo acababa de dejar con su novio).
    
    Durante toda la noche hablábamos mucho, nos buscábamos con la mirada, alguna sonrisa suelta y algo de tonteo, pero de forma muy discreta que luego me llaman "suelta"... El programa avanzaba y la emoción se hacía aún mayor, hasta que terminó y era hora de despedirse, que mañana todos trabajábamos. Nos fuimos todos a la vez, no sin antes ayudar a recoger todo.
    
    Llegamos al metro, donde todos se iban yendo poco a poco hasta que nos quedamos David y yo. Me dió las gracias por lo bien que se lo había pasado, acariciándome el brazo de forma muy amigable. En aquel momento me tiré a la piscina, donde le propuse irnos a pasarlo aún mejor. Se lo pensó bastante, al día siguiente madrugaba y no podría entretenerse mucho. Le propuse que se quedara a dormir en mi casa y de ahí se fuera directo a trabajar. Para mi sorpresa, aceptó.
    
    El trayecto de metro hasta mi casa estuvimos hablando de nuestras aficiones, el tiempo que hacía que conocíamos a la gente que teníamos en común y algún que otro comentario morboso para ir calentando el ambiente... hasta que llegamos a mi casa.
    
    Según entramos por la puerta nos faltó tiempo para lanzarnos el uno sobre el otro, nos cogíamos del cuerpo para pegarnos lo máximo posible y unir nuestras bocas en un morreo con lengua que nos exploramos hasta la ...
«123»