1. El Juguetito, 7ªparte (Ana se calienta)


    Fecha: 11/07/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: kinkstersp, Fuente: TodoRelatos

    ... ligeramente las piernas de puro placer y mientras se acariciaba esos fantásticos pechos de talla 100 de sujetador que tenía y disfrutaba del espectáculo que juguetito la estaba regalando, tuvo un pequeño orgasmo.
    
    Cuando el perro casi estaba tocando la cruz, Ana le ordenó detenerse, se levantó y se fue hacia él. El ruido que hacían sus tacones al caminar transmitía una infinita confianza en si misma, autoridad, total superioridad y un completo control de la situación. Él la esperó de espaldas y con el culo en pompa, justo cómo a Ella le gustaba, oyendo esos tacones acercarse cada vez más. Tan pronto cómo Ana llegó, se agachó y pasó sus dos brazos por las axilas de su perro levantándole cómo si fuera una pluma y, sin apenas esfuerzo, le subió al aspa y empezó a atarle en ella con unas correas que salían directamente de cada uno de sus extremos. Juguetito sabía que forcejear y resistirse era inútil, ya que eso iba a poner a Ana todavía más caliente, así que, resignado, se dejó hacer. Ana no paraba de sobarle mientras ataba su torso, brazos y piernas a cada uno de los extremos de la cruz. Le limpiaba su sudor con la lengua, le mordía en la espalda, las nalgas, el cuello, incluso exploraba su próstata, esta vez con dos dedos nada más. Entonces Juguetito de repente tuvo una revelación: Supo al 100% en ese momento que pertenecía en cuerpo y alma a Ana. Era su puta, su cerdita, su perra, su sumiso, su esclavo y, si a Ella le daba la gana, también una maricona que se iba a comer las pollas que Ella le mandara que se comiera incluso sacando una buena pasta por ello.
    
    Nada más comprobar que su sumiso estaba perfectamente inmovilizado, Ana se dio cuenta de un detalle que la hizo reír. A pesar de que la cruz estaba a casi medio metro del suelo, era tal la diferencia de altura entre Ella y él que, aún estando sujeto su perro en esa posición elevada, seguía siendo Ella más alta. Juguetito, completamente confundido y excitado a partes iguales, entendería más tarde por qué Ana había soltado esa carcajada. Tras un instante, Ella se acercó a los látigos que estaban colgados a la izquierda de la cruz y, después de pensarlo un momento, se decidió por uno de cuero negro flexible de mango grueso de aproximadamente 1 metro 20 de largo y que acababa en punta fina que bien utilizada, producía un intenso escozor."Bueno, me imagino que ya sabes cómo va el tema pero por si acaso te lo recuerdo: Vas a contar cada latigazo dándome las gracias"Avisó Ana en su espectacular conjunto rojo. Juguetito asintió con la cabeza y Ana de pronto, lanzó el primer golpe sin avisar ¡ZAS!!"Uno ¡gracias Señora!¡ZAAAAASSS! el segundo fue más fuerte y a Juguetito se le clavó en el alma"Dos ¡Gracias Señora! " ¡ZAAAAASS! "Tr...tres ¡Gracias Señora!. Los latigazos, a medida que se acercaba el décimo y último, eran cada vez más fuertes, cada vez más intensos..¡ZAS!,¡ZAS!,¡ZAS!,¡ZAAAAAS!.... Unas marcas rojas empezaron a dejarse ver en la sensible espalda de juguetito y entonces llegó el ...