Orgía en el río - Relatos Eróticos

Orgía en el río

Me encanta estar en bolas en el campo, es como si sacara la parte animal que llevo dentro, y si surge un polvazo ni te cuento.

A una media hora de donde vivimos mi chico y yo hay un vado por el que pasa un río que nace a menos de un km, un poco más arriba suelen ir tios a hacer nudismo. Ya os podréis imaginar que los encuentros sexuales suelen ser habituales.

Un día que salí pronto de trabajar fuimos para el vado, aparqué el coche y nos dirigimos a la zona nudista. Parecía que no había nadie pero al llegar a una de las "calas" donde solemos tumbarnos en bolas a leer o simplemente relajarnos habia un tío. Tenía un bonito cuerpo de treintañero pero la cara decía que al menos rondaba los cincuenta. Saludamos y a una distancia prudente ponemos las toallas y nos quitamos la ropa. Me empiezo a excitar pues el tío tiene un buen culo, me tumbo boca abajo, no quiero que note que empiezo a empalmarme. Sacamos un libro para leer un rato y aparece un osazo muy moreno haciendo la ronda.

El osazo es imponente, un hombre grande en todos los sentidos, alto grueso y guapo. No tenía un pollón pero se hacía muy apetecible. Empezó a tocarse a una distancia prudencial como exhibiéndose. Madre mía, ya estaba yo con el rabo duro como las piedras. He de decir que tengo una polla normalita, descapullada, con un glande muy rico dicen jeje.

Viendo que ni mi vecino ni nosotros le dábamos bola se marchó. Por allí desfilaron otros tres tipos maduritos calentones y un chico con un pollón tan grande que se bamboleaba de lado a lado según andaba. Nuestro vecino decide que es hora de dar una putivuelta y desaparece.

La situación me ha puesto cachondo y como no hay nadie alrededor empiezo a sobar a mi chico que es un osete bastante alto y guapetón, le acaricio todo el cuerpo y bajo al pilón, me encanta comerme su rabo aún flácido y notar como crece en mi boca. Tiene un buen pollón, grueso y sabroso umm, mientras se la como le miro a los ojos y me acaricia la cabeza haciendo que la engulla del todo. Me encanta cuando me folla la garganta.

Sorpresa! Tenemos visita, es un señor mayor de unos setenta o sesentaymuchos. Nos cortamos y volvemos a nuestra lectura. El señor continúa la ronda.

Junto al río empieza a refrescar y decidimos ir monte arriba donde hay un pinar, allí hace más calor. De camino nos encontramos una escena de lo más porno, el osazo, un madurito fuertote y un ciclista sobándose los rabos.

El madurito es un hombre de mediana estatura, fuerte (se nota que hace deporte), con todo el bello cano, incluido el pubis aunque lo lleva recortado, gasta una buena polla circuncidada con un grueso glande. El ciclista es de unos treinta años, delgado, lampiño, con un culazo precioso, una polla delgada y el cullote por los tobillos.

Presenciamos la escena a distancia, el señor mayor de antes también pero desde otro sitio, intenta agregarse a la escena pero no le dan bola. El osazo se separa un poco del madurito y del ciclista para mostrarnos toda su polla ...