Bebita - Relatos Eróticos

Bebita

Hace unos meses he estado pensando en lo bien que se sentiría la conchita de una niña pequeña, muy pequeña, qué apretado y cálido sería su pequeño coño de bebé… qué sensual sería su cuerpo regordete y vulnerable. Si hubiera un/una bebé frente a mí al momento de escribir esto, tendría que usar todas mis fuerzas para resistirme a frotarl@ en mi vagina y ahogar su cuerpecito entre mis nalgas.

Pensé que el sexo con mi hija sería el final de mis deseos pervertidos, pero mis impulsos solo se hicieron más fuertes.

Un día, cuando mi prima me llamó y me pidió que cuidara a bebita, mi pecho no podía de emoción. Ella es una madre soltera, una JOVEN madre soltera, se sentía tan agobiada y sobrecogida con su maternidad tan temprana, que acudió a mi para que ella pudiera disfrutar de su juventud aunque sea por una noche más, y por supuesto que yo la incentive para que saliera a divertirse.

Después de que ella se despidiera de nosotras y entré en la habitación y vi a la bebe en su cuna, mi corazón y feminidad palpitaban salvajemente. la pobre se veía tan vulnerable con la forma en que estaba solo en su pañal. su madre debería haberlo pensado mejor antes de dejar a su hija pequeña sola conmigo.

Mientras me dirigía a la cuna, miré a la niña. se le escapaba la baba de sus diminutos labios y me sonreía tan inocentemente. Me di cuenta de que sus piernas estaban muy abiertas, casi como si quisiera que la tocara.

Metí la mano en mis calzas y empecé a acariciarme, acariciándome lentamente mientras miraba a la bebé. Parecía tan confundida mientras movía mi mano arriba y abajo de mi concha, apenas sobre el borde de su cuna.

Sin embargo, mirar a la bebé no era suficiente, necesitaba ver un poco más. así que me agaché y empecé a quitarle su pañal, mordiéndome el labio mientras lo retiraba, cuando vi su pequeño coñito, ay Dios! comencé a masturbarme aún más fuerte. No podía creer que estaba masturbándome con una bebecita, que incluso la había desnudado.

No tardé mucho en acercarme, ya que cuando me di cuenta de que estaba a punto de correrme, hice algo extremadamente pervertido. Me agaché y abrí su pequeño y suave coñito, para poder ver claramente su apretado agujero virgen.

Me incliné un poco más cerca, comenzó a reírse cuando mis dedos la tocaron, casi como si le gustara, cuando mis líquidos vaginales comenzaron a brotar rápidamente, la mayor parte aterrizó en su coño menor de edad, la vista era más bonita que cualquier cosa que hubiera visto en toda mi vida.

Cuando bajé de mi orgasmo, traté de recuperar el aliento mientras comenzaba a bajar hacia la bebé, su coño hinchado de bebé estaba cubierto de mis fluidos, y la vista ya me estaba poniendo extasiada de nuevo. Decidí cerrarle el pañal, sabiendo a ciencia cierta que mis líquidos se frotaría contra su pequeño coño durante horas.

Después de todo, su madre tardaría en volver.

No sabía cuánto más podría resistir solo imaginarme devorándomela sexualmente de todas las maneras ...