Semana…Santa Cogida - Relatos Eróticos

Semana…Santa Cogida

... húmeda su verga y dije: “esto ¿querías o no? Sin miedo” me puse en 4, meneando mi trasero hacia Max, pero este no hacía nada se quedaba estático, me pare y fui por mermelada a la cocina, y me unte en mis senos en mi ombligo y en mi vientre, Max empezó a lamer, sentía su lengua como una lija, raspaba pero fue como 2 segundos que me olvide y empezó a lamer donde estaba la mermelada, me unte más en mi vagina y de nuevo me puse en 4, Max empezó a lengüetearme toda, me estaba haciendo el mejor sexo oral de mi vida, hasta que sentí un estremecimiento en todo mi cuerpo y me corrí, hasta mis piernas no dejaban de temblar, ya calientísima y ciega de excitación le rogaba a Max: Por favor Max móntame, hazme tu perra, soy tuya. Pero Max no se movía, durante 10 minutos Max me lamia pero se quedaba quieto no me montaba nada, ya empezaba a enfadarme y le decía: Perro tonto, ¿Cuántas vaginas humanas tendrás oportunidad de coger? Entonces recordé la lista de los trucos y pensé – ¿Habrá una orden en específico?- Entonces así en 4 dije –¡Móntame!- (nada), – ¡Cógeme!- (nada), -¡Arriba!- (nada), -¡Guau, Guau!- (nada). Y de pronto dije: ¡Préñame! Y me di una nalgada y Max como loco puso sus patas y garras en mi cintura y ni siquiera tuve que acomodárselo, apenas me sostenía en 4 cuando de una sola embestida me metió toda su verga y cogía como desesperado, y yo abajo sintiendo su pelaje y su nudo rebotando en mi destilada vagina, subí mas mi culo y abrí mas las piernas, diciéndole que le ofrecía enteramente mi vagina. Si no estuviéramos tan dispuestos a aparearnos creo que no hubiera funcionado, cuando por fin de un solo golpe su “bulbo” o “nudo” me metió sentía que me partía en dos, hasta cierto punto pensé que iba a arrancar mi vagina. Empecé a gritar: Oh Dios, oh Dios, Oh Dios, Max eres un perro maravilloso, eres el macho alfa, préñame, dame tu última gota de semen perruno, no soporte mas y me corrí de nuevo, yo ya ni me sostenía , su verga era la que me sostenía, cada vez sentía su verga más profundo, quería ahora ya arrancarme mi cérvix y junto con eso mi útero, era un mete y saca potente y rápido, parecía una muñeca de trapo con un semental perruno haciéndome una perra cualquiera, hasta que por fin en un momento se quedo quieto y sentí que quemaba mi útero, mi cérvix y mi vagina, entre mis muslos algo que resbalaba, Max se recargo en mi espalda y ahí se quedo unos segundo y de pronto una de sus patas empezó a cruzarse por mi espalda y quedamos culo con culo. En ese momento toda sudada, oliendo a perra, todavía Max eyaculando en mi, con mi maquillaje ya corrido y mi vagina expandida a todo lo que puede una vagina, dije “Experiencia Completa” y así me volví a correr. Max tardo como unos 20 minutos en desabotonarme, se salió y me quede ahí tirada, desnuda, cansada pero satisfecha.

No les miento, todo el día viernes, sábado y domingo no comí, ni desayune, ni cene, a mi Maxi le había gustado tanto mi vagina humana que cada 15 o 20 minutos que descansábamos ahí iba ...