Cartas de Susi a su prima Clara (7) - Relatos Eróticos

Cartas de Susi a su prima Clara (7)

... hablábamos, así que nos pusimos a buscarle. Vimos que se estaba acercando todo sonriente a hablar con una chica que iba a nuestro insti. Nos acercamos un poco para cotillear y oímos que le decía “Ey, Viqui, ¡hola!”, y ella toda contenta le contestó “Ah, ¡hola, Toni!”. Carol y yo nos tuvimos que aguantar la risa, pero él la corrigió, “No, me llamo Félix, ¿te acuerdas que fuimos juntos a clase el año pasado?”. Ella se quedó como pensando un momento y luego dijo, como si se acordase “¡Ah, sí, eres el chico al que pegaron en los huevos!”. Ahí sí que se quedó cortadísimo y Carol y yo nos empezamos a partir de risa. Aun así la pidió el teléfono, pero ella le puso cualquier excusa y se largó.

Le estuvimos un rato consolando y le dijimos que ya encontraría a otra chica en la fiesta. Después nos fuimos las dos a bailar mientras el Uni-huevo se quedó bebiendo y seguramente intentando meter ficha a otras chicas.

Mientras estábamos por ahí, escuchamos lo que decía una chica un par de años mayor que nosotras, pelirroja y con mucho escote, que iba muy borracha. Estaba hablando con sus amigos y decía “Un día me gustaría agarrar las pelotas de un tío hasta que exploten”. Carol y yo nos miramos en cuanto lo escuchamos y nos empezamos a aguantar la risa. Uno de sus amigos le dijo que eso debía ser muy doloroso y ella le respondió, “Sería genial”. Y dijo que a lo mejor se lo hacía al siguiente idiota que intentase meterle mano. A Carol y a mí nos hizo muchísima gracia y… bueno, digamos que se nos ocurrió una idea bastante mala. No me lo tengas en cuenta, prima, ya sabes que en el fondo soy buena.

Fuimos hasta Uni-huevo y le dijimos que a la chica esa le había molado. Él no parecía muy convencido pero le insistimos en que sí, que le habíamos oído decírselo a sus amigos y que le molan más jovencitos. Como ya había bebido un poco no fue difícil convencerle, así que fue para allá todo chulo mientras nosotras le levantábamos los pulgares desde lejos. Vimos cómo el pobre Uni-huevo le ponía la mano en la espalda y aguantamos la respiración… si llegaba a hacerlo de verdad sería lo más. La chica sin embargo parecía que ni se enteraba, debía estar ya muy, muy borracha… menuda decepción. Él aun así siguió insistiendo, se acercó un poco más a ella… entonces vimos cómo le ponía la mano en el muslo y la iba subiendo. Menuda cara tenía el Uni-huevo, se debió pensar que había ligado, pero le duró muy poquito la alegría.

La pelirroja empezó a apretarle los huevos y no veas cómo chillaba nuestro amigo… como un marrano, vamos. Todo el mundo formó un corro y empezaron a sacar los móviles. La chica apenas se tenía en pie, pero apretaba y apretaba la tía. Muchas chicas empezaron a partirse de risa, incluyendo a la que Uni-huevo había entrado un rato antes. Al final se acercó uno de los amigos de la pelirroja y consiguió separarles, pero Uni-huevo se quedó tirado en el suelo y casi llorando. La prima de Carol se acercó y les dijo a dos chicos que le subieran a una de las ...