Cartas de Susi a su prima Clara (7) - Relatos Eróticos

Cartas de Susi a su prima Clara (7)

Cartas de Susi a su prima Clara: La fiesta

¡Hola, prima!

Bueno, no te vas a creer lo que te tengo que contar…

El otro día fui con Carol y Uni-huevo a la fiesta de su prima Claudia. Habían alquilado una casa rural enorme y había mucha gente. Parecía muy maja, Carol nos presentó y dijo que tenía ganas de conocerme. Lo más divertido fue cuando le presentamos a Uni-huevo (ni le reconoció del estadio) y le llamamos así. Puso una cara muy graciosa y dijo que prefería no preguntar. El caso es que nos dijo que nos iba a presentar al chico con el que estaba saliendo y… no te lo vas a creer. ¡Era Matías!

Yo me quedé flipando al verle, pero si vieras la cara que se le puso a él… vamos, estaba claro que no me había olvidado, no… Le empecé a hacer gestos a Carol y le dije por lo bajini quién era. Se empezó a aguantar la risa, porque ella conoce de sobra toda la historia, claro.

Y nada, estuvimos hablando del partido y le dijimos que nos moríamos de risa con sus comentarios. Ella dijo, “ah, sí, el partido de los huevos rotos”, ¡y a Matías casi se le cae la bebida cuando escuchó eso! Estaba todo incómodo delante de nosotras… y la cosa se fue poniendo peor porque hablando de una cosa y otra, Claudia nos dijo que se quería comprar un perro y no veas qué ojos se le pusieron al Matías cuando Carol le dijo que yo tenía uno muy bonito y que le enseñase fotos. Yo saqué el móvil y le empecé a enseñar fotos de Roco, y lo mejor de todo es que ella se las enseñaba a Matías en plan “ay, mira, cari, yo querría uno así”, y Carol y yo muriéndonos por dentro mientras el otro no sabía ni dónde meterse. Movía un poco la cabeza pero no contestaba ni nadad…

Y ya lo mejor fue cuando me preguntó que qué come, con lo grande que es. Y a mí me dieron ganas de decirle, “pues a veces los huevos de tu novio” jajja ¡Lo que pasa es que Carol se me adelantó y le dijo que come huevos! Su prima se quedó toda extrañada y dijo que nunca había oído eso de darle huevos a un perro. ¡Era demasiado divertido como para dejarlo! Así que insistí y dije que sí, que le preguntara a Matías, que somos vecinos. Él me miró con cara de pánico, sabía que le tenía cogido por los huevos y que en cualquier momento podía irme de la lengua. Claudia estaba toda sorprendida, en plan “¡Anda! No me lo habías dicho”. Y él mudo total.

Yo seguí insistiendo y dije que sí, y que Matías conocía bien a mi perro. Así que ella preguntó, “y es verdad eso de que come huevos”, pero antes de que dijera nada, yo le dije que claro que sí, que hasta una vez se los dio él. Carol en ese punto ya no se aguantaba la risa y su prima, que no es tonta, sospechaba que algo raro había. Matías me miraba con cara de odio total, pero también con miedo. Claudia le insistió al ver que no decía nada, y al final se dio la vuelta y se fue, y su novia se quedó toda extrañada.

Carol y yo nos alejamos de ellos en cuanto pudimos y nos empezamos a reir hasta que nos dolió la tripa. A Uni-huevo le habíamos perdido la pista mientras ...