1. Las refugiadas - La acosadora y la tímida


    Fecha: 26/06/2024, Categorías: Lesbianas Autor: JBWriter, Fuente: TodoRelatos

    ... tomando café, sin sus anexos. Digo a mis compañeras que necesito ir al baño y me levanto. Pese a que no es el recorrido más corto paso por delante de la mesa de Rosa y me aseguró de ser vista por ella.
    
    Entro al baño y finjo retocar mi inexistente maquillaje. No tengo ninguna necesidad de ir al baño, pero he supuesto que si la matona esa me va a abordar será estando a solas. Lo lamento, pero creo que no tiene la madera de ama que pretende tener. Entra en el baño.
    
    —¡Tú! —llama mi atención.
    
    —¿Qué quieres Rosa?
    
    —Para empezar que me llames Ama…
    
    —¡Ja! —me rio. Si verdaderamente tuviera madera de ama y no de matona me habría pedido que la llamase de usted—. Nadie es ama por decirlo. Eso hay que demostrarlo.
    
    —¡Serás niñata! —Me coge del top y me levanta. Ha hecho un gurruño el mismo y me tira de los sobacos, mis supuestas tetas están al descubierto, pero como aún no se separan de mi pecho no se nota demasiado. Me lleva en volandas al cubículo de minusválidos y me sienta en la taza—. ¡Ahí quieta!
    
    Se gira y cierra el pasador. Empieza a soltase los botones de los vaqueros. Cuando ha abierto los suficientes de la bragueta como para que la prenda pase el máximo que marca su culo se los baja junto con unas bragas de algodón blancas. Con un pie se quita el zapato del otro y luego pisa el camal para sacar por completo la pierna. La eleva y la apoya en el soporte metálico que hay al otro lado de la taza. Su coño depilado queda a escasos centímetros de mi cara.
    
    —Bonito coño —digo risueña—. Tu novio es afortunado.
    
    —Me alegro que te guste —me replica ella—, porque me lo vas a comer a fondo. Empieza a lamer hasta que me corra.
    
    Saco la lengua. Empiezo a lamer sus labios. Se abre un poco más y subo las manos para apartarlos. Tiene un clítoris bastante grande, no sé si natural, porque se masturba mucho o porque se lo ha estirado con una bomba de vacío, como me está haciendo a mí Pedro… bueno mi madre, pero por orden de Pedro. Sea como sea me facilita las cosas. Acerco la boca y lo succiono como si fuese un pezón. En segundos me coge la cabeza porque se está corriendo.
    
    —¡Joder puta! —me dice una vez recuperada de la corrida—. Creo que ha sido el orgasmo más rápido de mi vida. Me parece que tienes experiencia pero esto no te ha humillado mucho.
    
    —La verdad es que no. —Aprovecho que se ha retirado para ponerse el pantalón y me levanto—. Quiero decir que no me ha humillado. Y sí me gusta chupar coños y me gusta tu coño. Pero para que te llame ama me tendrás que demostrar que lo eres.
    
    Mientras tiene las manos ocupadas en los botones del vaquero le doy un morreo breve y me separo de ella tras unir nuestras lenguas. Abro la puerta y salgo. Aunque quedan quince minutos para el inicio de clase subo al aula. Allí no me seguirá Rosa.
    
    Entro en el aula y me encuentro con Virginia. Finge estudiar pero está llorando. Me acerco por detrás y la abrazo.
    
    —¿Qué te pasa?
    
    —No que se lo contaras…
    
    —No se lo contaré a nadie —la interrumpo—. Sé ...