1. Mi extraño regalo de cumpleaños


    Fecha: 01/06/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... giró de golpe mirándome a la cara. Por un instante pensé que se había ido todo al traste. Sin embargo vi el deseo exacerbado del brillo de sus ojos. No estaba hiperexcitada solo por mi dedito. Había algo mas, pero no como yo lo hubiera deseado.
    
    - Si lo hacemos es para repetirlo como en el sueño.
    
    Ya sabía a qué atenerme. A fin de cuentas lo hacía en mis sueños todas las noches. Ahora iba a materializarlo.
    
    - ¿Dónde tienes los cinturones?
    
    Abandonamos el lecho sin que nuestras manos dejaran de tocar nuestros enfebrecidos cuerpos. MJ abrió el armario. Al hacerlo hubo de levantar su brazo. Me mostró su axila y su pecho perfecto estirándose en alto. ¿Cuánto hubiera dado por un poco de vello en ella? Me hubiera dejado arrancar una muela. Me incliné y la besé, rozándola casi sin tocarla, aspirando su fragancia. Mi amante se agitó.
    
    - Me dejaré crecer el pelo para ti, dijo con lascivia como si hubiera adivinado mis pensamientos, mientras se enfundaba las bragas de marras, los ligueros y las calzas. No tomó el sostén.
    
    Solo entonces que di cuenta que mi licor vaginal se deslizaba por ambos muslos.
    
    Encontramos una correa de piel de sección circular, de dos vueltas de desarrollo. Dura pero a la vez flexible. Perfecta. Hurgó en sus cajones mas altos.
    
    - Toma, póntela.
    
    Era una camiseta amarilla bastante larga. Me la puse.
    
    - Mas o menos. Ya va bien.
    
    Volvimos al lecho. Hizo ademán de tumbarse.
    
    - Olvidas algo.
    
    Se me quedó mirando, extrañada.
    
    - Al suelo, ordené.
    
    Sin decir palabra volvió a levantarse obedeciendo sumisamente. Se puso en posición y empezó a hacer flexiones: una, dos, tres... Ella no es una tía cachas pero está muy en forma, así que el abundante, y repentino, sudor que manó por todos los poros de su cuerpo no se debían al ejercicio. En pocos minutos su piel y sus cabellos estaban completamente mojados. El olor a transpiración y a hembra encelada impregnó la habitación a pesar de estar el balcón abierto. No paró hasta que le dije basta. Esta vez sí permití que se tumbara en la cama, boca arriba, jadeando, a esperar.
    
    - Olvidaste el suje.
    
    - No, contestó de forma que no cabía réplica.
    
    - Tapa los pechos con tus manos al menos.
    
    - Te he dicho que no. Empieza de una vez.
    
    Dicen que hay personas, mujeres y hombres, que son capaces de tener un orgasmo solo soñando despiertos, con la imaginación como único estímulo. Yo nunca lo había creído ... hasta entonces. Descargué el improvisado látigo una y otra vez sobre aquel cuerpo que tantas veces había acariciado, lamido, besado, mordisqueado, chupado. Nunca había hecho nada con él con tanta lujuria, con tanto deseo, con tanto morbo. Cada latigazo marcaba con la señal de mi apetito mas salvaje sus mas sabrosos lugares, de forma indiscriminada pero consciente, enardecida por una víctima que jadeaba, que se convulsionaba, que gritaba... de placer. Quedó inmóvil, a pesar de que una caricia del flagelo atravesó sus tetas. Después un gemido delató su orgasmo. Yo no ...
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