1. Mis planes y mis empleadas


    Fecha: 01/06/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... un par de cagallones de mierda con ruidos incluidos. Yo me aparté, aquello olía de lo lindo.
    
    Joder Ana que cerda eres, te has cagado y meado
    
    Ana se levanto, miró el pastel y se bajo de la mesa
    
    Don Antonio lo siento pero es que no me pude controlar
    
    Límpiate un poco y pon esto en orden, mañana compra un ambientador para que mi despacho huela mejor.
    
    Ana salió rumbo a los servicios:
    
    Eeeh , limpia esto primero, guarra!
    
    Pero con que?-mirando para los lados
    
    Con las manos so guarra
    
    Don Antonio que es mierda!!
    
    Si la tuya, sácala de aquí coño!
    
    Ana se acerco al pastel y con una de sus largas, finas y arregladas manos barrio hacia el vértice del escritorio y depositó parte en la otro mano. Y así con cara de asco, desnuda y con mierda en las dos manos y entre sus arregladas uñas, que tardaría días en quitarles el hedor, se fue al baño. Cuando volvió, traía un paño en la mano para limpiar los restos de encima de mi escritorio. Se vistió y se fue. Yo me hice otra enorme paja a su salud.
    
    Al día siguiente llegué tarde, todo el mundo estaba en su sitio, por supuesto vi a Ana y le dije que se pasara por mi despacho inmediatamente. Al cabo de un rato llamó a la puerta.
    
    Adelante
    
    Si, Don Antonio?
    
    Como vamos?
    
    Bien
    
    Me refiero a tus manos y tu culo claro.
    
    Pues no consigo sacarme el olor
    
    A ver?
    
    Se acerco y me enseñó las manos. Estaban totalmente limpias, las olí y tenía un tenue y delicioso olor a mierda.
    
    Ten cuidado al atender los clientes, no todos tenemos el mismo gusto.
    
    Date la vuelta
    
    Se dio la vuelta le baje los pantalones y la tanga y la hice inclinar y le separé las nalgas, tenía el ojete irritado. Le escupi en el y le dije que viniera cada hora que había que hidratarlo y que no se limpiara. Durante todo el día a cada hora vino a verme, ella se bajaba la braga y los pantalones se abría las nalgas y yo le escupia en el culo para hidratar su ojete. La humillación era absoluta.
    
    Después de aquel día le di un descanso a Ana, deje pasar una semana y empecé a idear otra sesión de humillación.
    
    Cada cierto tiempo a la tienda llegaban comerciales ofreciendo nuevos productos para su venta en la tienda y fue uno de estos que me dio una gran idea. El producto consistía en una serie de muñecos, con diferentes caracterizaciones, brujas, duendes, mounstruos y todos ello se podían manejar como titeres. Junto con el producto la casa daba una promoción donde montaba un pequeño escenario que con un doble fondo permitía el manejo de los titeres y que tapaba el cuerpo del que manejaba los muñecos excepto la cara. La promoción incluía un curso de manejo de titeres a uno de los empleados y varias historias algunas infantiles y otras para públicos de cualquier edad. Me interesé en el producto y al cabo de 15 días tenía un pequeño escenario montado en la tienda y con una especie de camerino cerrado detrás desde el manejador de marionetas veía el público y el público solo le veía la cara. Seleccione a Ana para que ...
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