1. Mis planes y mis empleadas


    Fecha: 01/06/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... aparentaba mi edad, había decidido no casarme por convicción de que jamás sería una buena pareja para una mujer. Tenía mis amiguetes, mi gimnasio, mis fines de semana viajando y mi negocio que marchaba a las mil maravillas. De vez en cuando un ligue que otro, mis cigarrotes de marihuana, vamos que no una vida, mejor aquello era un vidón. En el tema sexual siempre había sido algo fantasías y tenía alguna que no renunciaba a convertir en realidad. Una de ellas estaba relacionada con mi negocio y mis empleadas que últimamente no me salía de la cabeza. Se trataba de someter a mis caprichos sexuales a aquellas jovencitas pero por supuesto sin poner en peligro ni el negocio ni a mi, claro está, pues si algo tenía claro era que mi pene no se iba a nombrar en dirigente de mi vida y menos aun echar por tierra mi vidón.
    
    Un día en mi despacho empecé a idear como conseguir lo que quería.
    
    Mis empleados siempre cobraban un poco más que los iguales del sector para evitar así tentaciones d la competencia, pero aun así las dependientas tenían un convenio bajo que superaba en poco los 600,00 €. Yo les pagaba 700,00 €. Empecé pensar que ese era un punto vital, chicas jóvenes, les gusta salir, comprar ropa de marca y por lo tanto el poder ganar más dinero era un gancho para conseguir mis metas. Después empecé a pensar cual sería la elegida, ahí había varios factores a valorar. Todas ellas me atraían, eso no me iba a ayudar a decidir, la más morbosa era María, pero tanta educación me daba la impresión que me iba a costar convencerla, era recta, siempre correcta, no se. Ana, era la más fácil de encarar siempre con bromas, fácil sacar el tema y dejarlo caer. Lídia, era la más joven y tímida, se morirá de verguenza, roja como un tomate e igual sale corriendo. No lo tenía nada claro, aunque evidentemente Ana parecía la más apropiada para empezar. Así lo decidí, cuando llego final de mes y les pagaba en mi despacho, le dije a Ana que al acabar viniera a hablar un minuto conmigo:
    
    Llegó la hora, yo estaba excitadísimo, tocaron a la puerta, y yo dije:
    
    Adelante Ana
    
    Hola Don Antonio
    
    Cierra la puerta y siéntate un momento, quiero comentarte algo.
    
    Hay algún problema?
    
    No, no todo lo contrario, estoy muy contento con tu trabajo.
    
    Ana se sentó en la silla enfrente a mi, estaba con su traje negro que era el uniforme de la tienda. Yo no cabía dentro de mi.
    
    Digame entonces
    
    Mira, quiero comentarte algo, pero ante todo quiero que entiendas una cosa, esto es algo que hablaremos hoy y quedará aquí y morirá aquí. Quiero decir que no cambiará nada del ambiente en la empresa y que de ninguna manera cambiará actitud alguna mía hacia ti ni nada. Te lo comento, te lo piensas y si aceptas bien y si no también, de acuerdo?
    
    Vale.
    
    Ana seguía igual que había llegado, no imaginaba para nada lo que le iba a decir, con su sonrisa de siempre como si aquí no pasara nada.
    
    Pues mira, primero voy a subirte 100,00€ al mes por tu buen trabajo.
    
    Gracias.
    
    A ti te ...
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