1. Mis planes y mis empleadas


    Fecha: 01/06/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... pies eran grandes para una mujer y huesudos. Las piernas se unían al llegar a la zona del pubis, algun pelo púbico asomaba sobre su diminuta tanga. Las caderas eran anchas, marcando los huesos de la cadera. La barriga plana con un profundo ombligo, las costillas se le marcaban a ambos lados de dos redondas y grandes tetas. Los hombros también marcaba los huesos y altos. Pensé que si un día llegaba a engordar aquella chica sería un tanque.
    
    Date la vuelta y enseñame tu culo.
    
    Obedeció, Pude comprobar que Ana estaba muy delgadita, las piernas parecían palillos pero en cambio el culo era más bien grande y alargado. Dos amplias nalgas con una piel tersa, tres granitos en una de sus nalgas, la marca del bikini, un poquito de pelusilla se juntaba en la raja vertical de culo. Desde esta posición las caderas se veían rectas, la piel de naranja, lo justo de cartucheras, era real, nada de esos culos adulterados, era un culo real como la vida misma, Dios estaba como una moto. Estaba solo con la camisa blanca y el tanga. Le dije que se sacara la camisa, lo hizo luego el sujetador, siempre de espaldas a mí. Cuando solo le faltaba el tanga me quedé un rato observandola. Le dije que se diera la vuelta y ahí aparecieron sus grandes tetas, grandes para la delgadez que exhibía. Eran redondas, pero la fuerza de la gravedad hacía lo inevitable, caían y se alargaban. Los pezones un poco oscuritos. Los brazos a los lados, la cabeza al suelo y como única ropa el tanguita blanco.
    
    Levanta la cabeza y sonríe.
    
    Ella lo hizo y simuló una pequeña sonrisa.
    
    Bueno y ahora que hacemos contigo, te gusta?
    
    No
    
    Pues a mi sí
    
    Sácate el tanga
    
    Verla sacárselo y quedar desnuda delante de mi me volvió loco, tuve que controlarme.
    
    Date la vuelta y ábrete ese culo quiero verlo bien y acércate.
    
    Yo seguía sentado en el sillón ella dio la vuelta alrededor de mi mesa y se acerco, se dio la vuelta y totalmente de pie me enseñó el culo.
    
    Inclínate hacia delante y ábrelo con tus manos hasta que vea el ojete.
    
    Se inclino un poco y separó su nalgas
    
    No lo veo, abretelo más.
    
    Las nalgas tenían algunas estrias de engordar y adelgazar, pero aquel culo me parecía precioso, era más bien alargado y se le notaba esas encipientes cartucheras que terminaría convirtiéndola en una mujer culona. Las largas manos de Ana, aferrandose a aquellas dos nalgas, que humillante y que delicioso a la vez. Le dije que abriera mas las nalgas y por fin vi su esfínter rojo y totalmente cerrado.
    
    No te muevas- le dije
    
    Acerque mi cara a su culo, lo oli y le di un lenguetazo en todo el esfínter, ella suspiró.
    
    Esta bien, vístete.
    
    Ella se vistió rápidamente y antes de que se fuera le dije, espera un momento.
    
    Una cosa, no quiero que te laves tanto el culo. No lo volverás a lavar hasta que yo te lo diga.
    
    Pero..
    
    Ana, ya te lo he dicho solo yo pongo las reglas.
    
    De acuerdo
    
    Dió media vuelta y se fue.
    
    Yo estaba empalmado como un burro me hice una paja para relajarme y ...
«1...345...10»