Andrea 4 - Relatos Eróticos

Andrea 4

No podía pretender que accediera sin mas. En la cena decidí volver a intentarlo.

- Belen, lo que hablamos antes… quería continuar la conversación.

- Claro. Tu dirás.

- No se que me pasa contigo. Mira, si, quiero ser tuya, haré todo lo que quieras, pero quería que fueras miá también, que fuera algo reciproco.

Se me quedo mirando. Estaba hermosa. Su escote dejaba adivinar sus enormes pechos que deseaba acariciar, lamer.

- ¿has visto mis anillos?

- Si

- ¿Sabes que significan?

- Pues no lo se bien.

- Significan que soy propiedad de alguien.

- Pero, tu me dijiste que tenias como amante a ese chico del bar.

- Si, me lo follo, es cierto, y me encanta, es bueno, pero porque mi dueño o mi dueña, es algo que no te voy a desvelar aun, me lo permite.

- No lo entiendo.

- Entregarte, pertenecer a alguien, es la muestra máxima de amor que puedes realizar. Vives para complacer a ese alguien, para que este a gusto contigo,para dárselo todo.

- Pero, eso te anula como persona.

- Depende de como lo mires. Si mi deseo es ser de esa persona, no me anula, al contrario, porque se hace mi voluntad. Se cumple mi deseo.

- No lo se. Supongo que necesito tiempo.

- Lo se. No es fácil.

Pensé un momento.

- ¿porque me dijiste que era como mi madre?

- Lo eres. Las dos fuimos amantes. Me inicie con ella.

La revelación me dejo sin palabras.

- Es tu hermana

- Si, y una mujer preciosa, como tu.

- Pero eso es...no se… no es…

- ¿natural?¿y quien lo dice?¿Es acaso natural compartir tu cuerpo durante toda tu vida con un hombre porque la Iglesia lo ha determinado asi?¿Eso es mas natural que disfrutar libremente de tu sexualidad?

- Estoy recibiendo demasiadas revelaciones, no puedo asimilarlo todo… no puedo.

- Tranquila, tomate tu tiempo.

Quedamos calladas. Ella estaba preciosa. Sus ojos verdes, sus pechos, su rostro. Deseaba ser suya y olvidarme de todo. Sentir sus labios, sus flujos en mi lengua cuando comiera su coño.

- Tu dueño, o tu dueña, ¿te pega?

- ¿pegarme?. No lo veo así. Puede castigarme, claro, si lo desea.

- ¿Porque?

- No hay un porque.

- La cámara de tu habitación…

- Esta todo grabado, y puede verlo cuando lo desee...pero tu no estas obligada a consentirlo. ¿te molesta?

¿me molesto ser grabada mientras me entregaba a Belén?

- No.

Seguimos cenando. Ella sorbía de vez en cuando su vino y me miraba, y yo a ella, nuestras miradas se cruzaron varias veces.

- ¿En que piensas? -me pregunto-

- En ti. En que te deseo.

- Y yo a ti.

Nos miramos un breve instante. Me puse de pie y comencé a desnudarme. Rodee la mesa. Me plante delante de ella.

- Quiero ser tuya. Sin condiciones.

Ella me sentó en sus rodillas, comenzó a besarme. Retorció mis pezones, gemí, pero no le pedí que parara. Lo hizo con mas fuerza. Yo la bese con mas intensidad. Su mano se introdujo en mi coño mojado, primero jugo con un dedo, luego dos, tres...sentí como su mano se introducía en mi ...