1. Para proteger a la familia (Capítulo 1)


    Fecha: 15/05/2024, Categorías: Incesto Autor: Story teller, Fuente: CuentoRelatos

    Anabel vivía en una casa muy grande y con cierto lujo en una zona de clase media en la ciudad de México, su familia era un poco peculiar o eso es lo que ella pensaba.
    
    Esa mañana se encontraba con la mayoría de ellos, desayunando en el comedor, su padre Genaro, su madre Carla y su hermana menor Vanessa, hace años sus hermanos mayores ya no vivían en esa casa.
    
    Anabel era una chica de 19 años, cabello obscuro y un poco rizado, su color de piel era de un moreno lustroso muy bello, como el de su madre, medía 1.59 metros, sus piernas eran grandes y fuertes con unas nalgas duras y grandes que le habían ganado muchas miradas morbosas desde que se desarrollaron, su pecho era pequeño siendo solo talla A, tenía un abdomen normal sin estar plano o abultado.
    
    Carla, su madre de 38 años, no compartía las mismas piernas que su hija, pero si unas nalgas grandes y paradas, su cabello era lacio y castaño, medía 1.65 metros, lo que más destacaba de ella eran dos cosas, la primera eran sus grandes tetas talla D, que se mantenían firmes a pesar de su edad y embarazos, la 2 era su abdomen plano, que había conseguido después de una cirugía y mantenía con ejercicio regular.
    
    Vanessa, su hermana de 18 años, era lo opuesto a ella, era de piel blanca y cabello lacio, rubio obscurecido, tenía una estatura de 1.55 metros, no tenía muchas nalgas o piernas, pero ya a su edad tenía un pecho copa casi llegando a C, su abdomen en cambio era como la de cualquiera a esa edad.
    
    Genaro, su padre de 44 años, era de cabello negro rizado y con canas, su cuerpo era de lo más normal posible con una barriga un poco vistosa, con una altura de 1.73 metros.
    
    A pesar de todo ello, Anabel no comprendía como su madre al ser tan hermosa, estaba enamorada de su padre, profundamente enamorada, él la engañaba con otras mujeres y mantenía amantes en diferentes lugares, pero lo que más le molestaba era otra cosa...
    
    Al cumplir 18 años comenzó a molestarla, buscaba espiarla en el baño o cuando se cambiaba, le daba nalgadas o trataba de abrazarla siempre por la espalda, Anabel buscaba evitarlo, y lo lograba desde que terminaron la pequeña casa de huéspedes al otro lado de el gran patio, donde podía estar pendiente de cuando se acercara su padre.
    
    Pero lo que vio esa mañana la puso nerviosa, su padre estaba viendo a su hermana, con la misma mirada que la veía a ella antes de nalguearla o abrazarla.
    
    Eso no era lo peor, su hermana era muy sensible y no podría soportarlo como ella, le diría a su madre y causaría una bola de nieve para todos en la casa, afectando de gran manera a su madre.
    
    La última gran pelea que tuvieron sus padres, termino con él yendo a vivir con una amante durante un año, dejando a su madre deprimida y al borde del suicidio.
    
    No podía permitir eso, algo podría hacer Anabel para evitarlo, tal vez, contener al cerdo que tenía por padre, protegiendo a su hermana y madre.
    
    Se pasó la tarde pensando y llego a la única conclusión donde podría detenerlo, tendría que ...
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