1. Un despiste me condujo a mi sumisión (5)


    Fecha: 11/05/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: slave10, Fuente: TodoRelatos

    Cuando terminé de vestirme me miré en el espejo y casi me muero de vergüenza. Iba a mostrarme de esta guisa ante dos mujeres. Mis secretos dejarían de serlos y ya no habría marcha atrás. Con el sonido de mis tacones me dirigí al comedor donde mi Ama y su amiga me esperaban.
    
    Muy despacio, como queriendo que la distancia hasta el comedor se hiciera infinita, seguí avanzando hasta una vez allí me asomé y las vi sentadas fumándose sus cigarrillos.
    
    Arrodillándome ante Ella, besé sus pies y le manifesté mi alegría de pertenecerle a Ella también.
    
    Por fin iba a ver el rostro de mi nueva Ama. Al quitarse el antifaz y levantarse pude comprobar que era una mujer algo mayor que mi Ama, con unas manos grandes de uñas pintadas perfectas, algo más obesa y con la voz muy grave al igual que mi Ama.
    
    Abrí mi boca para recibir un escupitajo en ella y después apagar en él la colilla. Sin darme tiempo a tragarlo se acercó mi Ama Carmen dejando caer otro salivajo, pero de los suyos, verde, y apagó la colilla ordenándome tragarlo todo. Mientras mis Amas se abrazaban y se daban un beso mastiqué todo para poder tragarlo.
    
    Ellas dos se subieron en la parte de atrás del coche y yo me dispuse a conducir para llevarlas a la casa. El trayecto duró unas dos horas y a la mitad del camino me mandaron parar en una área de servicio. Mi pensamiento era que esperaba no me hicieran salir y acompañarlas tal y como iba vestido y maquillado. Menos mal, me dirigí a un apartado donde había unas mesas de picnic. Allí se bajaron y me mandaron poner una toalla grande en el suelo para tumbarme y no mancharme.
    
    Mi Ama Carmen se puso en cuclillas con sus piernas a cada lado de mi cuerpo y comenzó a orinar tal cantidad que casi me ahogo. Era una orina muy salada y espesa pero para mi exquisita. Me estaba acostumbrando a ella.
    
    De la misma forma, Merche se colocó sobre mí dejando escapar unas gotas primero que al saborearlas noté que su orina tenía un sabor muy fuerte comparado con la de mi Ama Carmen. Sin más espera sus labios se abrieron para dejar paso a ese chorro de orina que inundó mi boca. Cuando terminó se vistió y de la mano de Carmen se sentaron en uno de los bancos para fumarse un cigarrillo.
    
    Guarde la toalla, me compuse y me fui hasta donde estaban ellas fumando.
    
    Tras darle una calada a su cigarrillo Merche soltó su mano con fuerza sobre mi cara, propinándome un bofetón que me hizo tambalearme y casi caer al suelo.
    
    No sabía porqué me había mandado estirar mi brazo con la mano abierta. Yo la miraba sin pestañear a la vez que miraba de reojo a mi Ama Carmen. Estaba seguro que mi Ama sabía lo que su amiga pretendía. La mano de Merche me cogió la muñeca. Seguí mirando a Carmen esperando alguna señal suya.
    
    Nada más terminar la palabra “ahora”, una fuerte quemazón se apoderó de mi mano que se había cerrado por la presión de la mano de Merche. No podía abrirla como era mi deseo. El cigarro encendido de Merche me estaba quemando el interior de mi mano. Volví a ...
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