1. El sauna del gimnasio


    Fecha: 14/09/2019, Categorías: Sexo Oral Autor: jmendoza, Fuente: CuentoRelatos

    Hola a todos mis lectores, me llamo José, tengo 23 años y este relato es verídico, sucedió en la ciudad de Villavicencio, Colombia.
    
    Como todos los chicos jóvenes de mi edad, solía ir a entrenar al gimnasio, en mi caso y para quienes conocen era el que quedaba en el Centro Comercial Llanocentro de la ciudad de Villavicencio.
    
    Un día normal, me encontraba entrenando pasada la hora del almuerzo, me gustaba hacer un calentamiento previo en la caminadora porque quedaba al lado del pasillo donde entraban todas las personas, así tenía un desfile de mujeres frente a mi, yendo y viniendo.
    
    Ahí la vi por primera vez, ella era una mujer de unos 30 años, con cabello castaño, pocos senos, pero paraditos, un abdomen plano sin estar marcado y unas nalgas bastante grandes firmes. En lo personal a mi siempre me ha gustado que vistan solo top y un corto bicicletero que en este caso le hacía ver unas nalgas de en sueño.
    
    Después de dejar la zona de cardio subí a hacer pesas, empecé por el área de brazos, y ahí la volví a ver, a través del espejo cruzamos miradas, nada fuera de lo común, ella me sonrió, yo también. Traté de ser lo más disimulado posible, pero me era imposible no bajar la mirada para ver cómo se le marcaban las nalgas al hacer peso muerto. Ahí empecé a tener una gran erección.
    
    Parecía un adolescente en plena pubertad, babeando por una cola y una señora mucho mayor a mi. Así que preferí dejar esa zona y pasar a hacer pierna, pero allí llegaría ella de nuevo, dos máquinas al frente, yo "intentando ejercitarme" cuando en realidad solo veía como el sudor mojaba sus senos y las máquinas quedan con el contorno de sus glúteos marcados entre sudor y calor.
    
    Termine mi rutina haciendo abdomen, coincidimos en que fuimos a buscar una colchoneta al tiempo, nuevamente nos sonreímos, pero nada más. Yo ya la había imaginado en todas las poses y creo que ella ya se había dado cuenta de mi erección, así que preferí irme no sin antes acercarme y tratando de hacer alguna conversación preguntarle si sabía si el sauna estaba en servicio, pero de lo embobado que estaba no sé qué responderle al seco "si" que me respondió.
    
    Ya en el baño me moje la cara me relaje y empecé a pensar en otras cosas, me cambié, me puse una pantaloneta y entré al sauna, el cual es mixto.
    
    En principio estaba solo, solo un señor saliendo cuando yo ingresaba, allí estuve cerca de 10 minutos hasta que en medio del vapor vi que entró una mujer con un brasier deportivo pequeño y una especie de traje de baño entre bicicletero y cachetero.
    
    Cuando cerró la puerta y se acercó me di cuenta que era ella. La mujer que me comí con la mirada arriba por 40 minutos.
    
    -Hola nuevamente- le dije con una sonrisa.
    
    -Hola -también se rio- después que me preguntaste lo del sauna quede un poco antojada de venir.
    
    -Si, es que es bueno venir para la recuperación después del ejercicio
    
    -Y para hacer ejercicio acá también- me dijo en un tono un poco serio
    
    Ahí me quedé callado, cerré los ojos ...
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