1. Mi camino con Lola (II)


    Fecha: 02/05/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Escriboparati, Fuente: TodoRelatos

    ... volvieron a brotar de mis ojos.
    
    - Te has portado muy bien, Lola. Te has portado muy bien. Como ves, cuando lo haces tienes tu recompensa.
    
    - Gracias, maese. Acerté a decir con voz entrecortada.
    
    Con delicadeza sacó los dedos de mi vagina, me besó otra vez en el cuello y liberó las muñequeras de los garfios. Me dió delicadamente la vuelta, me atrajo hacia si y me abrazó con ternura. Rompí a llorar en su hombro y él se mantuvo paciente aguantando mi llantina y soportando mi peso que mis piernas ya apenas podían aguantar.
    
    - Ahora te vas a tumbar un rato, tienes que descansar. La tarde ha sido intensa, pero la noche tambien lo va a ser. Y el fin de semana no ha hecho más que empezar.
    
    Un escalofrío recorrió mi cuerpo y me abracé a él con más fuerza, redoblando mi llanto. Me lo permitió durante unos instantes, pasados los cuales, con delicadeza pero con firmeza, me separó de él y me ayudó a tenderme en la cama. Ató mis muñequeras con los brazos extendidos en cruz a la cabecera. Despues, me colocó unas tobilleras y las ató, separando mis piernas, al piecero de la cama. Mi cuerpo quedó en equis. Al sentirme así, otra vez desnuda, inmovilizada y vulnerable a sus deseos, noté como mi vagina se volvía a humedecer. Mi cara debió traicionarme, pues besó mis labios y acarició suavemente mi sexo.
    
    - Lo estás haciendo muy bien.
    
    Me dió de beber un riquísimo zumo de naranja que agradecí pues mi garganta ardía, me puso pomada en las heridas y se tumbó a mi lado acariciando mis pechos con ternura y besandome en la boca.
    
    Antes de caer en un profundo sueño, creo que su hábil mano acarició mi sexo hasta producirme un orgasmo suave y placentero que me relajó del todo.
    
    Soñé con los textos que me había enviado, con escenas de la Inquisición, con mujeres estiradas hasta el desmayo en el potro de tortura, azotadas hasta la extenuación, suspendidas de los brazos sin apenas rozar el suelo con la punta de los dedos. No fué un sueño reparador. Entre medias de las escenas sonaba su voz:"el fin de semana no ha hecho más que empezar"...
    
    Como en todo, mi maese tenía toda la razón. Mi camino, el que me ha llevado a mi plenitud como mujer y como amante, no había si no comenzado.
    
    Pero no adelantemos acontecimientos.
    
    (Continuará) 
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