En camino de ser el esclavo doméstico de mi ama - Relatos Eróticos

En camino de ser el esclavo doméstico de mi ama

... estén cuidados, masajéalos hasta que te diga y trae del minibar un zumo y unas patatas fritas-

Fui al minibar a cuatro patas, cogí lo que me había ordenado y volví junto a la cama.

-Venga, comienza a masajear mis pies, ¿a qué estás esperando?

Allí estuve un rato, mientras veía la televisión, hablaba por teléfono con una amiga suya por videollamada y me mostraba hablando sobre que me podría prestar a su amiga, etc. Escupía algún trozo de patata y me obligaba a recogerlo del suelo y más humillaciones.

Cuando se cansó, me dijo:

-Ve a mi maleta, abre la cremallera del doble fondo y trae lo que encontrarás ahí.

Así lo hice y encontré un consolador con una correa que le llevé con celeridad.

Mi Ama me lo colocó en la cabeza y ordenó que me tumbara en la cama mientras decía:

-El masajeo de los pies y la conversación con mi amiga me han puesto cachonda, otro día me buscarás un hombre de verdad, pero hoy voy a usar lo que ves.

Se quitó su ropa interior y puso su sexo sobre el consolador que salía de mi boca. Al principio lo rozaba hasta que terminó entrando en su sexo mientras se movía sobre él, hacia dentro y hacia fuera, dando círculos, a distinto ritmo…hasta que se corrió sobre mi cara con abundante flujo.

Me quitó el consolador de la cabeza, me puso a chuparlo durante unos minutos hasta que lo dejé bien limpio y seco. Después, se sentó en un sillón y me ordenó:

-Ven aquí a cuatro patas y limpia todo.

Gateé presuroso y comencé a limpiar su sexo con avidez, tanto que volvió correrse en mi boca y vuelta a comenzar con la limpieza.

-Me gusta como comes mi coño y lo limpias, creo que eres alquilable. Tengo el culo sudoroso, sigue limpiando por ahí – exigió.

Metí mi lengua en su ano y lo dejé reluciente mientras sus pies descansaban en mi espalda.

Así llegamos a la hora de cenar, y me ordenó:

-Bueno, gusano, llama y pide para cenar una ensalada para uno y un poco de pollo.

A los 20 minutos, tocaron a la puerta y salí con un pantalón corto a recoger la cena. Una vez recogida la cena, volví a quedarme desnudo y a cuatro patas delante de mi Ama ofreciendo la cena.

Me ordenó que me quedara junto a ella mientras cenaba, me tiraba los huesos de pollo, algún escupitajo que pisaba y me hacía lamer de su pie, algún trozo de lechuga que expulsaba de su boca entre risas…etc.

Cuando terminó, dejó las sobras en el suelo y tuve que dejar el plato limpio con la boca, con algún que otro salivazo.

-Tienes cara de tener sed, ¿a que no me equivoco?

- Sí mi Ama, estoy sediento.

- Pues ve al baño, trae una toalla y ponla en el suelo, luego túmbate encima y abre bien la boca.

De nuevo vi su sexo muy cerca y comenzó a orinarme dentro de la boca.

- También eres mi WC, no vales para mucho más que para servirme, creo que para nada más. ¿Sabe bien esclavo?, me estoy excitando otra vez, pero creo que voy a reservarme para mañana con un macho alfa que tengo preparado. ¿Qué te parece?

Me sorprendió, no sabía si ...