Mi Jefa Dominante 02 - Relatos Eróticos

Mi Jefa Dominante 02

... y Karolina observándola atenta y poco a poco su mirada iba a sus labios de color rosa muy claro y luego a sus ojos negros; observaba su cabello lacio y fue en su escote dónde se perdió y dejó de escuchar. Aquella mujer del doble de su edad tenía algo, ése algo que Karo no terminaba por identificar pero la hizo pensar: "ella es preciosa".

-- Entonces Karolina?

-- He... Mmm, perdón? -- salió de su fascinación y regresó su mirada a los ojos de Esmeralda.

-- Dime qué quieres hacer? Invertir en las tres opciones? -- le pregunto sonriendo ruborizada ante lo que acababa de ver.

-- Si, lo que tu consideres prudente, tienes 2 millones de dólares para dividirlo como tu consideres apropiado, eso sí, debe de ser a largo plazo, no tengo prisas.

-- Ok, como tú órdenes.

-- Hablando de órdenes... -- sonrió satisfecha ante lo servil de la Señora -- tengo una propuesta para ti, y ante esta excelente presentación, la propuesta es mucho más seria.

-- Te escucho.

-- Como bien debes de saber ya, soy la nueva dueña de las empresas de mi madre.

-- Por qué aseguras que yo sé esos detalles?

-- Porque creo que eres demasiado inteligente y perfeccionista como para no investigar cada detalle de mi vida; además, traes puestas una de las zapatillas más famosas que diseñó mi mamá -- sonrió satisfecha y la vio a los ojos haciéndole un guiño sensual.

-- Si... -- respondió ruborizada ante la mirada de la bella jovencita -- su madre... Tu madre fue una de las mejores diseñadoras de los últimos tiempos y ahorre mucho para poder comprar estás zapatillas.

-- Pues valió la pena, te ves hermosa... Entonces, voy a tener que hacerme cargo de la compañía de mi madre y necesito una asistente con conocimientos financieros y creo que eres perfecta. Dime qué quieres para trabajar conmigo -- Dijo con una seguridad que paralizó a Esme.

-- Me toma de sorpresa Señorita... -- dijo sorprendida y nerviosa...

-- Querida, en qué quedamos con esa palabra? -- la tomó de la mano y acercó la silla hacia ella.

-- Perdón Karolina, pero no sé si sea la indicada -- respondió viendo hacia abajo.

-- Eres justo lo que necesito: inteligente, ágil, conoces de moda y de finanzas, eres hermosa, elegante y cuando te lo propones eres muy segura de ti misma y tienes una actitud fuerte e imponente. Necesito a alguien incondicional a mi y tu tienes algo muy interesante que quiero descifrar -- la vió de manera muy coqueta.

Karolina tenía razón en todos los adjetivos que definían a Esme; le bastaban un par de días para aprender de cualquier tema que se propusiera, era hábil leyendo a las personas y situaciones y podía ser fiel a sus superiores. Sus aficiones sumisas eran por mero gusto y exitación pero su carácter era seguro y fuerte. Esmeralda se sorprendió por el ofrecimiento pero al mismo tiempo se moría de ganas por ponerse a los servicios de su nueva jefa. Karolina no lo sabía pero ya se había ganado a una sumisa fiel y obediente, pero al mismo tiempo a una asistente ...