1. Mi novio me comparte con todos sus amigos


    Fecha: 07/04/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos

    ... ella. Así que se esforzaba por complacerlo. Cuando la levantó como una muñeca, separó sus piernas y metió su verga de golpe.
    
    —¡No mames despacio, despacio ay!
    
    —Estas bien apretadita muñeca, ¿despacio? ¡Ni madres!
    
    Comenzó a ir más rápido hasta que entró por completo aquella verga, entraba y salía. Los alaridos de Mishelle lo ponían más excitado, se abalanzaba cada vez con más fuerza. Mishelle sentía que le quemaba su interior. Aun así disfrutaba.
    
    —¡si cógeme cabrón! ¡No la saque haaa!
    
    —¡Eso putita! Ahora te voy a empinar, quiero ver esas nalguitas mientras te desmadro el culo.
    
    —¡No, por el culo no…!
    
    —¡Como de que no! —le dio la vuelta y levantó sus nalgas, la falda apenas le cubría y se veían sus nalgas totalmente rojas e irritadas. Mientras su gran verga iba entrando, Mishelle mordía las sabanas con todas sus fuerzas.
    
    —¡No no no por favor!
    
    —¡cierra la boca!
    
    —Ay ay ay aaay!
    
    —Ya entró muñeca, relájate —poco a poco resbalaba en su interior aquella verga enorme, el dolor la tenía al borde del desmayo, en cuanto sintió que entró por completo y comenzaba el vaivén comenzó nuevamente a gritar.
    
    —¡Ay ay ay siii cógeme papi! ¡Soy tu puta aaay!
    
    —¡Eso pendeja, mueva esas nalgotas puta!
    
    Aunque ella quisiera que aquello durara toda la noche, Cesar tenía un único defecto. No duraba más de diez minutos y sabía que pronto se vendría, los bufidos salvajes lo anunciaban.
    
    —¡aaaa! ¡aaaaa! —apenas sacó su verga, unos chorros de semen le escurrieron por las nalgas, limpio su verga con la falda a cuadros y sacó una botella de whiskey.
    
    —¡que rica vergota tienes!
    
    Se abrasaron y durmieron un par de horas, luego él la llevó a su casa —Pasó por ti al rato, te tengo otra sorpresa.
    
    —¿Otro disfraz?
    
    —¡No, ya verás muñeca!
    
    Aunque sus amigos la invitaron a una fiesta, Mishelle prefería volver a sentir aquella enormidad dentro de ella. A las siete escucho el ruido de la moto y salió corriendo.
    
    —Hola muñeca.
    
    —Hola, ¿a dónde vamos hoy?
    
    —Es una sorpresa.
    
    Rodaron en su motocicleta hasta las afueras de la ciudad, Mishelle ya lo había acompañado a sus reuniones de motociclistas alguna vez. Cuando llegaron, todos festejaron. Estaban afuera de una cabaña. Eran unos treinta aproximadamente, tenían rock a todo volumen y cervezas o botellas de alcohol como siempre.
    
    —¡PENSAMOS QUE NO VENDRÍAS!
    
    —¡PINCHE CESAR Y SI LA TRAJO!
    
    —Lo prometido es deuda, saluda muñeca —Mishelle noto que ella era la única mujer presente, además todos la miraban con un morbo extraño.
    
    —¡Hola!
    
    Se tomaron un par de cervezas, luego Cesar sonriendo le dijo al oído —Llegó la hora de la sorpresa muñeca. La tomó de la mano y la colocó en el centro de todos.
    
    —¿qué haces?
    
    —¡En serio solo mamadas, yo si le quiero dar una cogida!
    
    —¡¿QUÉ?! —Mishelle estaba desconcertada, veía como todos comenzaban a bajar sus cierres, las vergas se asomaban y su pulso se aceleraba.
    
    —¡Solo se las va a mamar, será un bukkake bien chingón ...