Encarnación y sus hijas - Relatos Eróticos

Encarnación y sus hijas

... nos avejentamos antes de tiempo, si no nos morimos antes.

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Arme mi mochila y me fui a la panadera a pedir por alojamiento en la pension vecina.

Alli la señora que vegetaba con sus hijas me atiende y me acompaña a una habitación, con solo una cama doble, una mesa, una silla y un pequeño ropero.

Ni me dijo su precio, solo que el baño estaba al fondo del pasillo, donde daban las puertas de otras habitaciones, ni toalla ni jabón me deja.

Me voy al baño a conocerlo y usarlo pues me estaba meando encima, y alli si hay varias toallas, jabones y frascos con cremas y afeites que suelen usar las mujeres.

Supuse que hay otras viviendo alli o quizas sean las chicas hijas de la dueña.

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Y acostumbrado a los horarios normales a la hora de la merienda para ellos, pedi algo para cenar y luego cansado me fui a acostar.

Ya de madrugada escucho extraños ruidos en las habitaciones, me levanto y aprovecho a ir al baño, luego al regresar por el pasillo oigo gemidos y me quedo escuchando al lado de esa puerta , siento a mi espalda una persona casi respirando sobre mi nuca una voz que me dice: vamos a tu pieza apúrate!!

Una de las chicas en camison entra conmigo a mi pieza, se lo quita y asi desnuda se tira sobre mi cama.

Una mujer preciosa, pero muy blanca, casi nivea, con facciones casi de albina, por lo palida, totalmente depilada, ojos negros labios turgentes, lindas tetas medianas con areolas pezones que apenas se vislumbra por lo palidos, sin panza linda cintura y un tajo abultado debajo su pelvis con un culo respingado redondito bastante amplio y sus piernas preciosas como toda ella, un manjar de dioses.

Me quito el bóxer y sin peguntar nada me agacho a besar su conchita y ella a gemir, mi pija bien parada daba cabezadas, me levanto se la apunto y empujo, le fue entrando mientras contacto su pecho con el mio, hasta que llego a su fondo y comienza un suave bombeo, no paso ni un minuto que la siento temblar en un orgasmo bien fuerte, segui, al rato de nuevo un segundo alli no pude aguantarme, y sus brazos se enrollan en mi cuello y apretándome, eyaculo , supongo que bastante ya que hacia una semana que no cogia.

Me pide no te salgas, quédate asi.

Y sin yo moverme, otra vez se agita en una nueva corrida.

Sin sacarla me pregunta mi nombre, Ruben le digo, y ella me contesta, yo soy Dora, la menor de las Gomez.

Una presentación sumamente original, nunca me habia ocurrido nada parecido.

Le comento que había escuchado que aquí las mujeres son lesbianas por falta de hombres y tu no lo eres?

Si claro, todas lo somos pero una pija si una tiene la suerte de probarla es el sumun, los consoladores son frios, algunos obsoletos y otros muy mal utilizados, la lengua y los dedos son lo mejor.

Pero tu?

Es que no bien te vi te estuve espiando y por fin te pude coger, no deseas mas?, yo si.

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Repetimos ahora la iniciativa fue toda suya porque me paro la pija con una bella ...