Dominado por mi vecina adolescente (10) - Relatos Eróticos

Dominado por mi vecina adolescente (10)

... se había ido -Ha sido muy divertido. Hora de irse- añadió

-Si nos vamos a ir, da igual si nos echan ¿No?- preguntó Fayna

-Supongo- dijo Ana extrañada

-Bien. Pues dame la camiseta zorra-

Mi novia entregó su camiseta, su cara cambio de orgullo a vergüenza.

-Bien, nosotras iremos delante. No quiero que vean que vamos con vosotros. Darnos dos minutos y salís de la mano-

Se fueron y mi novia se abrazó a mí.

-Ponte detrás de mí, cerca. Intentaré que no se te vea mucho- dije comprensivo

Pese a mis intentos por taparla, mi novia se llevó todas las miradas, algunas de asco, otras de deseo y otras acompañadas de carcajadas.

-Adios preciosa- dijo Osmani al pasar a su lado

Alguno de sus amigos aprovecho para tocar por última vez más tetas de mi novia.

Cuando llegamos a la puerta salimos corriendo pues lo porteros trataron de gritarnos algo.

Llegamos a la calle y no vimos a la chicas, mi novia entró en pánico, con sus tetas al aire y su cara llena de semen.

-Joder ¿Qué hacemos?-

-Esta cerca-

-¿Por qué lo sabes?-

-El huevo está vibrando. Esperemos en ese portal, ven-

Nos guardamos en el portal y poco después apareció Ana.

-Las chicas ya se han ido. Han quedado con sus novios (¿También tenían novios?) Ha sido súper divertido ¿Verdad?-

-Sí, ama- respondimos los dos sabiendo que era lo que quería escuchar y porque en el fondo era real.

Ana limpió la cara de mi novia con una toallita, lo hizo con cariño y le dio un beso tierno cuando terminó.

-Volveremos en el bus nocturno. Estamos lejos para caminar en tacones-

Había una parada cercana, donde había unas chicas esperando.

-Sacate el huevo del culo y metelo junto a tu polla- me susurró Ana.

Disimuladamente obedecí, huyendo de las miradas de las chicas.

-Bien, cuando subamos al bus te quedas de pie, en medio, a la vista de ellas ¿Esta claro?-

-Sí, ama- dije adivinando su intención.

-Ah por cierto, puedes correrte si quieres. Que lo disfrutes-

Se separaron un poco de mí y entraron al bus antes, como tratando de aparentar que no íbamos juntos.

Me puse de pie, en medio del autobús, era extraño, pues aunque había gente, había asientos suficientes.

-Acercate más a ellas y no les des la espaldas- recibí por WhatsApp.

Obedecí, el huevo empezó a vibrar. Trataba de disimular esa sensación, mezcla de dolor y placer. Estoy casi seguro de que no lo conseguía, y aún haciéndolo, la más que envidente y creciente mancha de mi entrepierna me delataba.

Las chicas me miraban entre asquedas y divertidas. El orgasmo me vino y no hice nada por deternerlo. Miré abajo y vi como salían dos nuevos hilos oscuros en mi pantalón.

-¡Dios se ha meado!- grito una de las chicas

-No, no es pis. El muy pervertido se acaba de correr- le corrigió una de sus amigas haciendo que casi todo el bus me mirase con asco.

Por suerte el trayecto no duró mucho y pronto estábamos en casa.

-Ha sido muy divertido pareja. Mañana os dejo el día libre, podéis ...