1. Femdonia.La recogida de la oliva


    Fecha: 03/03/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: slipper, Fuente: TodoRelatos

    A mediados de noviembre nos fuimos a la casa del campo de mi Ama, había que recoger la aceituna. Estaba situada en el pueblo, pero ya saliendo, como en las afueras, y junto al caserón, tenía una pequeña finca con olivos. Mi Señora gustaba de ir cada año para la recogida de la oliva, ella no participaba directamente, pero sí que estaba ahí, siempre decía que “el ojo del ama engorda al caballo” así que un jueves por la tarde me dijo.
    
    -Prepara las cosas que mañana nos vamos al campo, he hablado con Brígida, y me ha dicho que mañana empiezan.
    
    -Pero ¿no era la semana que viene?
    
    -Al final se ha adelantado, y nos vamos mañana, además se viene también mi Pedro, el año pasado ya me lo llevé, tiene que aprender lo que es trabajar duro.
    
    Era una casa de campo grande, con un gran patio tapiado exterior, que daba un aspecto de caserón manchego.
    
    Llegamos ya de noche, y Brígida, que era un poco ama de llaves y encargada de la pequeña finca que perteneció a mi suegra y ahora pertenecía a mi Señora, puso en antecedentes a ésta y le dio novedades tanto de la finca como del pueblo, ese tipo de cotilleo encantaba a ambas.
    
    -Todo el mundo a la cama, que mañana hay que madrugar, Pedro a las 7 estará toda la cuadrilla en la puerta, y te quiero con ellos, ¿estamos?
    
    -Si mamá.
    
    Entonces me dijo a mí.
    
    -Vámonos, que tú y yo también tenemos que madrugar, mañana tenemos zafarrancho, hay que extractar toda la casa y limpiar y ordenar todo el almacén.
    
    -Nos fuimos a la habitación de matrimonio, y allí nos acostamos en una cama con más de 50 años, como atestiguaban todos los muelles que sonaron cuando nos sentamos en ella para acostarnos. Noté a mi Ama con ganas de fiesta, así que pronto empecé con los primeros arrumacos, comiéndomela a besos, pero aquello se oía muchísimo y una vez que se me subió a horcajadas para follarme como a ella le gustaba, es decir cabalgándome, llevando ella las riendas, aquella vieja cama estuvo a punto a desvencijarse haciendo un ruido tremendo, así que aunque con mala gana me descabalgó y dijo.
    
    -Menuda mierda de cama, vaya un escándalo aquí no hay quien haga nada, mañana mismo quiero que intentes arreglarla y habrá que mirar un somier nuevo.
    
    Era evidente que mi Ama no quería que su hijo oyera como me follaba, su habitación estaba pegada a la nuestra, y nunca le gustó que ninguno de su hijos oyeran nuestras maniobras orquestales en la oscuridad, y no había manera de disimular aquel inconfundible sonido, así lo que hizo fue apremiarme a satisfacerla de otra manera, y aquella no era otra que bajándome al pilón, y eso hice, me metí bajo las sábanas, y metí mi cabeza bajo su camisón de raso azul, me encantó notar el coño tan mojado, y me afané, usé todas mis mejores técnicas, y mi Ama de vez en cuanto me pegaba pequeños bofetones como apremiándome, pero yo en el fondo se cómo ella lo quiere, que no es de otra forma que calmado y sobre todo bien hecho, muy bien hecho, y eso hice, y a fe que lo conseguí porque mi Señora se ...
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