1. Una abuela muy caliente


    Fecha: 28/03/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    ... serio!
    
    Yo no supe que decirle, solo la miraba de arriba abajo y una erección me brotaba, la señora me estaba coqueteando y se me estaba generando una valiosa oportunidad, ya que la señora María pese a su edad, se veía muy bien, tenía buen físico, claro con algunas longas y arrugas, pero todavía apetecible, se me acerco y me dijo;
    
    M: En verdad te parezco atractiva?
    
    J: Si... pero tu marido está acostado, ¡cuidado que te escuche!
    
    M: ¡No, ya está dormido... ese viejo ya me aburre!
    
    J: ¿Entonces que buscas?
    
    M: Alguien joven y más fuerte!
    
    Yo me acerqué y le di un beso, el cual ella no me rechazó, empezó a quitarle la bata, y no tenía nada abajo (creo que ya lo tenía planeado), empecé a chuparle los pezones.
    
    J: ¡Que ricas tetas tiene!
    
    M: ¿Te gustan? chúpalas bien!
    
    Mientras con su mano me sobaba la verga, la cual ya estaba dura por lo acontecido.
    
    Yo ya quería que me la mamara, así que me senté en la cama de Julio y separé un poco mis piernas, mi verga ya estaba parada, ella entendió el pedido, así que empezó a metérselo a la boca y succionar con fuerza.
    
    J: ¡Que rico, así, chúpala toda!!
    
    Mientras yo le acariciaba su cabeza, la abuela de mi amigo se tragaba todita, le acariciaba sus tetas grandes y caídas, sus nalguitas, me tenía durísimo y prendido con sus ricas chupadas.
    
    M: ¡Que rica verga!!
    
    J: ¡Señora, uhm!!
    
    M: Hace años que no me comía una, ¡así como esta!
    
    De repente escuchamos la voz de su marido que le gritaba, eso me asustó un poco, pero ella me calmó diciendo que no hiciera nada, que me callara, así pensaría que ella salió, mientras tanto me la continuaba mamando de ¡forma majestuosa!
    
    Luego para no hacer ruido nos echamos en el piso, yo boca arriba y ella se montó encima de mí, empezó a saltar como loca, ¡era una perra!
    
    M: Ah, que rico, ¡uhm!!
    
    J: ¡María, ah, como te mueves!
    
    Sus movimientos eran fantásticos, yo disfrutaba mordiéndole sus tetas y acariciando sus piernas que aún se veían magnificas, la señora lo gozaba como nunca.
    
    Estuvimos, así un buen rato, ella meneándose y dejándose caer muy rico, después se puso en cuatro patas y se la metí por el culo.
    
    M: ¡Ah, duele, ah!
    
    J: ¡Que rico culo tienes nena!
    
    M: Me lastimas, uhm, ¡ah!
    
    J: ¡No hagas ruido, nos escucharan, uhm!
    
    La embestía con fuerza, mientras con mis dedos jugaba su clítoris el cual ya estaba súper inflado y duro, la señora gozaba como nunca.
    
    M: ¡Tantos años, uhm, ah, que rico!
    
    J: ¡Mamacita que rico coges, uhm, ah!
    
    Ella para no hacer ruido mordía una almohada, en verdad me excitaba saber que su esposo estaba en la habitación de al lado, eso me inspiraba a darle por completo mi verga, hasta que sus nalgas chocaban con mi pelvis, hasta que la empalaba por completo.
    
    J: ¡María, que rico, me voy a venir, uhm, que rico!
    
    M: ¡Me matas, agh, me vengo, me vengo!!
    
    Mari comenzó a correrse y tener un orgasmo, mordía la almohada y ahogaba sus gritos de placer en ella.
    
    J: ¡Me vengo, me vengo!!!
    
    Que ...