1. Disfrutando la esposa de un cornudo sumiso.


    Fecha: 27/02/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Cernunnos, Fuente: TodoRelatos

    ... Presentarme a su mujer: Tampoco fue complicado, regentaban un local de alimentación, solo tuve que presentarme como un cliente mas a comprar un par de cosas. Tras el mostrador estaba Ana, su cuerpo no tenia secretos para mi despues de la sesion con su esposo, 1.69 cm, tetas pequeñas pero bien puestas, morena y ojos negros. Parecía simpática, le pedí varias cosas sin dejar de mirarle a los ojos, amabilidad y cortesía es el secreto, no hay que parecer el típico baboso que tanto odian las mujeres. Pude apreciar como se ruborizaba con mis miradas, una chica tímida. Cuando se dio la vuelta y se agacho, pude ver su trasero en todo su esplendor, redondo y firme, a pesar de sus 50 años, se conservaba muy bien, no pude dejar de imaginar como mis manos rodeaban su cintura por detrás y pegaba mi polla a su culo.
    
    Hombre Antonio, como tu por aquí. -La voz de Carlos, me sacó del trance.
    
    -¿Trabajas aquí?
    
    -Si, esta es Ana mi mujer.
    
    -Encantado.
    
    -Igualmente .
    
    Me saludó desde detrás del mostrador sin poner mucho interés. Carlos salió fuera y hablamos de cosas triviales como si nos conociéramos de toda la vida. Le había contado que nos conocíamos de jugar al padel, cosa que desde aquel momento empezamos a hacer para guardar las apariencias y mantener el engaño.
    
    3- Preparar a su mujer: Le di instrucciones de cómo proceder, debía calentarse con la idea de que follara conmigo en su presencia, cada vez que hicieran el amor, cuando mas caliente estuviera debía decirle que me había pillado mirando su culo cuando se agacho en la tienda y que se notaba que la deseaba, hacer hincapié en mi polla, contándole que la había visto en las duchas del pádel y que no estaba nada mal dotado. Esto debía hacerlo cada vez que la follara hasta que ella dijera que sí, que le gustaría follar conmigo. Cuando eso ocurriera no debía volver a proponerselo. Al siguiente dia volví a la tienda con la excusa de comprar y muy sutilmente le dije que era muy atractiva.
    
    Durante dos meses, casi todos los días acudí a la tienda a comprar, poco a poco fuimos haciendo amistad, la agregue al Facebook y hablamos a diario, acabamos en un rincón de la tienda contándonos nuestra vida, coqueteaba conmigo mientras Carlos observaba detrás del mostrador. La verdad que su vida era muy monótona, del trabajo a casa y de casa al trabajo, excepto algunos días que salían a tomar una copa los dos solos, en algunas de estas ocasiones Carlos me avisaba por whatsapp donde estaban, y “pasando por casualidad” me unía a ellos y hablamos de cualquier cosa. Nunca perdía oportunidad para mirarla o decirle lo atractiva que era.
    
    Si es si: Llegó el día que en un calentón en medio de un polvo le dijo “si, quiero que tu Antonio me folle” a partir de ahí no debería decírselo más, lo siguiente era quedar algún día con la excusa de tomar algo y conocernos. No es bueno insistir y darle pie a que se retracte.
    
    5- Listo: Un domingo, después de la partida de padel fuimos a un bar a tomar la cerveza de ...
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