1. De monja a puta de lujo


    Fecha: 26/02/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    No sé cómo comenzar, siento que durante mucho tiempo estuve perdida, pero por fin sé quién soy, una mujer fuerte, sincera y decidida, pero no siempre fui así, también fui joven, inexperta, maleable, sumisa, hubo un tiempo en que no tenía ni voz ni voto en mis decisiones, un tiempo en el que me encontraba fuera de sitio sin saber muy bien donde estaba mi camino, esta es mi historia desde mi juventud hasta el día de hoy, la historia de una monja joven que se dejó llevar por el sexo, la historia de una chica con un padre demasiado recto y sin saber perdonar, un padre que castigó a su hija por lo que le contaron un día cuando vieron a su hija con el novio en una situación, digamos que un poco cariñosa, un padre que no quiso enfrentarse al que dirán, él siempre recto, siempre modélico ante la sociedad, un padre que encerró a su hija en un convento y que tiró la llave, pero el destino me tenía reservada mi venganza, el destino quiso que conociera a Andrés el hombre que la enseño a follar, ahora soy y no para siempre una de las chicas de compañía más caras y más carismáticas de la ciudad a la que nunca le han puesto cara quizás por el que dirán.
    
    Mi historia comenzó una tarde del mes de febrero, un febrero frío y lluvioso como hacia tanto que no había, un febrero que con 18 años mi padre me llevó al convento donde me quedé, sola sin saber todavía que iba a ser de mí, con tan solo una maleta y algo de ropa miraba detrás de la puerta enrejada como se marchaba mi padre sin tan siquiera decirme adiós, aquel día gasté todas mis lágrimas que una tras otra fueron cayendo por mis mejillas.
    
    Habían pasado cuatro años desde aquel día, cuatro años daban para mucho y me había convertido en una de las monjas más jóvenes del convento, una chica de 22 años muy rebelde, inquieta y muy curiosa según la madre superiora, una chica de cabellos rubios, ojos azules y cara angelical a la que le gustaba reír, cantar, leer y dibujar, esto último parecía que no se me daba nada mal, hacía cuatro años que no había salido de los muros del convento cuando un día me encomendaron una tarea que según mis superioras estaba hecha a medida para mí y así podrían descansar de mí durante un tiempo, la tarea era ser la enlace entre el arquitecto y mis superioras, para que la reconstrucción de la nueva parroquia junto al convento se llevara a buen puerto.
    
    El primer día que me fijé en él bajaba del andamio sucio y sudoroso, era un hombre guapo, mayor que yo, tenía la camisa abierta y podía adivinar sus músculos bien perfilados del gimnasio, el olor que desprendía su perfume era muy embriagador por lo menos para mí, fui la única monja en fijarse en él, en lo tremendamente atractivo que era y evidentemente la única que por la noche pensaba en aquel hombre, había algo que me atraía sin que yo pudiera evitarlo, era tan evidente que él se había percatado y seguramente Andrés también pensaba en mí, pensaba en la joven monja que revoloteaba como una zángana a su alrededor, en la joven monja con ...
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