1. Mi enorme primera vez


    Fecha: 07/09/2019, Categorías: Sexo Oral Autor: Lady S, Fuente: CuentoRelatos

    ... a que me traspasara la cabeza y lo ayudé para finalmente, saciar mi oral morbosidad.
    
    Fuertes arcadas nacieron desde mi abdomen acompañadas de un fructífero sonido extasiante, como su glande traspasaba mi campanilla y cada centímetro de su firme pene desaparecían en mi boca, para bajar por mi garganta.
    
    Con mucho esfuerzo mientras mis ojos se trataban de esconder por encima de mis parpados y las arcadas junto a la tos fueran cada vez más difíciles de mitigar. Al dolor punzante de que una gran masa de carne recubierta de venas latentes se introducía por mi garganta. Mis manos lo presionaron con toda la fuerza posible, aprovechando que todavía quedaba aire en mis pulmones, y por unos segundos «que parecían eternos» mi nariz tocó los pocos bellos púbicos que estaban en su pelvis, junto a mi mentón que chocaron levemente con sus testículos.
    
    Pude notar su mano tocándome el cuello y apretándolo un poco para sentir su propio miembro dentro de él.
    
    Lamentablemente no duró mucho el acierto… porque una gran arcada «avisándome de un posible vómito» se hizo presente, y mi abdomen pateaba mi estómago para tratar de expulsar algo ajeno a mi cuerpo.
    
    Con las manos golpee sus piernas para hacerle entender que ya era suficiente y él, entre gemidos y pequeños movimientos aún en mi garganta, empezó a sacarla. A todo esto, yo no veía prácticamente nada, ya que estaba con mis ojos no solo cerrados, sino hacia atrás luchando incansablemente con mis propios reflejos naturales.
    
    Al abrirlos entre lágrimas, llegué a notar como me alejaba de su pelvis y una gran “masa” de saliva acompañaba a su enorme pene que se retiraba por completo de mi boca. Pudiendo al fin respirar y toser. No pude evitar escupir y dar fuertes bocanadas de aire, como si hubiera corrido una maratón de 24 km.
    
    — ¿Estás bien? —preguntó agachándose y acariciándome la cara.
    
    — S-si… —contesté algo agitada y pasándome la mano por la boca para correr un poco de la enorme cantidad de saliva que la recubría.
    
    — Perdón, me pase… yo no… —agregó parándose de nuevo, pero sin intenciones de volverlo a hacer.
    
    — Es… es muy… es muy larga, me costó… me costó mucho y dolió… —dije recuperando el aliento y tragando saliva.
    
    — Si, pero… perdón ósea, se me pasó la mano…
    
    — Yo creo que te pasaste de verga más bien jajaja —reí a carcajadas dándole besitos en la punta.
    
    El rio también, se agachó por un momento y me dio un tierno beso en la boca, no parecía tener intenciones de volver a intentarlo y ciertamente… yo tampoco. Si bien fue algo muy placentero a nivel de morbo, no tenía la suficiente práctica para soportar demasiado y sería más contraproducente que otra cosa.
    
    Continué comiéndola un poquito, mientras él me decía cosas como:
    
    — ¿Te gusta que sea grande?
    
    — Ajá —contestaba jadeando y con la boca llena.
    
    — ¿Te gusta así de dura?
    
    — Mmm… ajá… —volvía a contestar mientras deslizaba la lengua o le daba besos desde sus huevos hasta el glande.
    
    Me gustaba lamer la punta, porque cada ...
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