1. Obedéceme


    Fecha: 21/02/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... me sonrió de nuevo. Dios que sonrisa! Iluminaba toda la habitación. Fue hasta su móvil y puso una canción que reconocí como “Just walk away” de Celine Dion. Nada más iniciarse la canción su cuerpo empezó a contonearse con una sensualidad que no creía posible.
    
    Ahora entendía la elección de aquella canción. Moviéndose lentamente al compás de la música me tenía completamente atrapado viendo su gracia y erotismo cada vez mas patente.
    
    Me levanté del sillón y me acerqué a ella la tomé de las manos y suavemente la hice colocarse contra la mesa ofreciéndome su maravilloso trasero. Lo recorrí con mi boca hasta que mi dedo índice llegó a la altura de su coño. Jugué con el introduciéndoselo y deleitándome en sus gemidos.
    
    -Amo, por favor…
    
    No la respondí. Seguí con el juego mientras que mi otra mano recorría su perfecto culo hasta llegar a la entrada de su ano. Lo acaricié, a cada caricia ella temblaba hasta que pudo articular una frase entre tanto placer:
    
    -Amo, no soy virgen de ahí. Puede hacer conmigo lo que quiera.
    
    Acompañó la frase llevando la mano hasta su bolso que descansaba sobre la mesa. Rebuscó al tacto y cual no sería mi sorpresa cuando sacó una zanahoria de tamaño mediano. La lubricó con la boca tan expertamente como antes había lamido mi miembro y me la entregó.
    
    -Soy suya amo. Su perrita. Su puta.
    
    Cogí la zanahoria de su mano y con delicadeza la coloqué en la entrada de su cueva trasera. La introduje lentamente notando una nula resistencia que confirmaba sus palabras. La humedad entre sus piernas se había convertido en una fuente y yo notaba que tampoco podría resistir mas así que sujetándola las muñecas la penetré lenta pero firmemente sintiendo el abrazo de su coño.
    
    -Ahhh amooo. Siii, deme más por favor.
    
    Quería disfrutar del momento por lo que continué la lenta penetración. Ella gemía y se retorcía de placer hasta que un grito y un temblor en su interior me confirmaron su orgasmo.
    
    Yo necesitaba mas aún. Aceleré el ritmo de mis embestidas y ella respondió a su vez convirtiendo los gemidos en alaridos. Mi orgasmo estaba a las puertas ya y ella debió notarlo porque giró la cabeza mirándome con lujuria y me dijo:
    
    -Amo lléneme por favor! Márqueme como su puta!
    
    Esas palabras fueron todo lo que necesitaba para estallar en un maravilloso orgasmo que provocó que golpeara su interior con fuertes chorros de semen. Sentirlo la hizo temblar en otro orgasmo mas parejo al mío.
    
    Exhaustos los dos logré sacar fuerzas para tomarla en brazos y sentarme en el sofá con ella sentada en mis rodillas. Ronroneando apoyó su cabeza en mi hombro, alzó la mirada y de nuevo me sonrió con sus ojos iluminados.
    
    -Mi amo. Adoro el poder obedecerle. 
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