1. Obedéceme


    Fecha: 21/02/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Quítate la camiseta. Lentamente.
    
    Ella sonrió. No necesitaba hablarme, todo lo decía su mirada de deseo y sumisión. A pesar de mi orden n un segundo la prenda estaba a sus pies liberando sus preciosos y firmes pechos de pezones duros y grandes aureolas.
    
    -Acarícialos perrita, despacio.
    
    Empezó a recorrer sus pechos con la punta de los dedos y sin que yo se lo ordenara fue acercándose a los pezones, contuvo un gemido mientras daba vueltas a su alrededor
    
    -Ahora los pantalones.
    
    Sonriendo de nuevo se los bajó. Esta vez si lo hizo lentamente mostrando que no llevaba bragas y su precioso coño totalmente depilado.
    
    -De rodillas, las manos en la nuca y mirando al suelo tal y como debe estar una sumisa.
    
    -Si amo- Esta vez si que habló, y de esas breves palabras dichas con un hilo de voz se destilaba una entrega y una excitación que me sorprendieron gratamente.
    
    No dije nada, la dejé permanecer en esa postura sabiendo que la incertidumbre y la inquietud aumentarían aun mas su calentura y la pondrían aun mas a mi merced.
    
    Tal como yo quería.
    
    -Abre mas las piernas- Se sobresaltó pero obedeció inmediatamente. Podía ver como entre sus piernas la luz se reflejaba en el flujo que aumentaba mas y mas producto de su excitación.
    
    -En cuclillas perra. Y ofréceme tus tetas.
    
    -No había sonrisa alguna en su cara pero en sus ojos se la veía cada vez mas entregada, mas excitada si cabía. Agarró sus pechos y me los mostró apretándolos, como si quisiera incitarme a devorarlos con gula. La sonreí complacido y vi como se estremecía pero no le contesté. Me deleité en su sumisión.
    
    Una pequeña gota de flujo empezó a deslizarse desde los labios de su coño hasta el suelo
    
    -Por favor amo quiero mas
    
    Lo decía suplicante. A pesar de mi estoicismo no podía resistirme a aquella voz y a aquel precioso rostro de ojos profundos. Respondí suavemente
    
    -A cuatro patas perrita. Ven aquí
    
    Dio un respingo pero se acercó. Sensual y sinuosa. Llegando hasta mis piernas y frotándose contra ellas.
    
    La acaricié la cabeza y ella la alzó sonriente colocándose entre mis piernas continuando su juego frotándose contra el bulto cada vez más evidente.
    
    Notando mi creciente excitación alzó la mirada y volvió a hablarme con su voz suplicante en un susurro:
    
    -Puedo hacerle una mamada amo? Me da permiso? - Mi respuesta era obvia:
    
    -Si perra puedes hacerme una mamada, esmérate.
    
    Con ternura pero impaciente desabrochó mi pantalón. Sacó mi miembro palpitante y se lo metió en la boca. No pude contener un gemido al sentir sus labios carnosos, húmedos y calientes.
    
    Efectivamente se estaba esmerando mucho pero yo no quería que terminara así. Con un gesto la hice detenerse. Ella obedeció no sin cierta desilusión en su rostro y llevo la mano a su entrepierna.
    
    -Estoy muy mojada amo
    
    Nada me hubiera gustado mas que penetrarla ahí mismo pero aún quería disfrutar de su sumisión un poco mas así que la ordené:
    
    -Baila desnuda para mi perrita
    
    Captando mis intenciones ...
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