Como duele la verdad (parte3) - Relatos Eróticos

Como duele la verdad (parte3)

... este hombre tenia una doble personalidad, yo se muy bien que me aprecia, pero el muy hijo de puta no deja de ponerme pruebas en el camino, esta bien maestro, usted quiere jugar ajedrez, pues entonces juguemos.

Cuando llegamos a la oficina de compras Susana inmediatamente se puso de pie, acomodo su falda y acomodo su corbatín, estaba nerviosa realmente al verme, sus manos temblaban, y cuando me vio no pudo evitar abrazarme, yo me quede quieto y no moví ni un musculo, delicadamente la corrí y le pedí que guarde la compostura, ella con un gesto de gran amargura entendió que era el gerente de la empresa quien la visitaba no su hermano, cuando me retire de esa oficina lo hice con un buenos días muy seco y cortante. Se que ella esperaba mucho mas de mi, pero, que esperaba?

Y por supuesto llegue a la oficina de personal, me recibió un tal Acuña, le di la mano y le pregunte si el era el encargado del personal, Horacio intento llevarme rápidamente a otro sitio, tomo mi brazo con delicadeza como indicándome el camino a seguir, lo fulmine con una mirada fría y autoritaria titubeando pidió disculpas, volví a preguntarle al Sr Acuña si era el encargado de la oficina y me dijo que no, que la jefa de personal estaba indispuesta en el baño, le dije de manera terminante que si estaba con alguna indisposición se retire a su domicilio y solicite medico, caso contrario quería verla en su puesto de trabajo a la brevedad, Acuña salio disparado hacia el baño y a los dos minutos los vi venir, ella era incapaz de levantar la vista del suelo, no se atrevía a mirarme a los ojos, Acuña nos presento, y ella no sabia como saludarme así que evitando los saludos y con tono de voz un tanto elevado, aunque sin gritar, le exprese que durante mi gerencia pretendía que el personal cumpla con sus funciones en su puesto de trabajo y que no quería ver a nadie arreglándose el maquillaje en el baño, sus ojos se llenaron de lagrimas y su pera temblaba, me di vuelta y sin saludar a nadie me retire, solo me detuve un segundo y de espaldas para mandarles saludos a sus padres. Cuando me alejaba la oí llorar de una manera desconsolada, ….. andate bien a la puta que te pario…

La adrenalina corría por mis venas y me mantenía en un estado exultante, me tome como treinta cafés, estaba eufórico, el corazón me estallaba, pero que día por Dios, desde mi ventana vi como el muy hijo de puta de Juan ingresaba al estacionamiento de edificio como pancho por su casa, del auto descendieron mis padres y el, mi madre en brazos llevaba una criatura de un año o algo así, de manera inmediata llame al encargado de la playa y le pregunte porque ingreso ese auto a nuestro sitio de estacionamiento y mucho peor aun porque estaba estacionado en la zona de presidencia, el hombre me dijo que siempre lo hacia, que era el auto de la jefa de personal, llame a mi secretaria y le di instrucciones de muy mala manera para que ese auto se retire de manera inmediata del lugar, y a partir de hoy tenia prohibido el ...