Mario el corneador (cap.13) - Relatos Eróticos

Mario el corneador (cap.13)

... con ella y esperar unos segundos a que surja el tema y nos vayamos a follar.

De nuevo todos rieron y en esta ocasión Mario se acerco a Inés y le dio un beso en la boca metiéndole la lengua hasta la garganta.

- Gracias Mario, dijo Emma, por escucharme y hacer feliz a mi amiga, a la que quiero mucho.

- Gracias Mario, dijo Inés, por este beso que me ha hecho excitarme mas de lo que ya estaba.

Volvieron a reír y siguieron bebiendo la copa de wisky, pasando el rato en aquella agradable tarde, casi ya noche.

El timbre de la puerta les saco del buen rollo y la animada charla que tenían, a Lucas se le ordeno y a abrir la puerta, efectivamente era Adriana la madre de Emma, que entro hecho una furia y sin apenas saludar echándole la bronca a su hija por no haberla avisado de que la coronación de cuernos de su Lucas la iba a realizar a mediodía cuando siempre habían hablado de hacerla por la noche y por eso ella llegaba ahora, siguió diciendo, sin apenas dejar hablar a nadie y claro esta saludo a su hija, a su esclavo, a Inés y a nadie más, a Mario además de tratar de ignorarlo le lanzo algunos dardos de que quien se creía que era, de que desde luego el no sabia quien era ella, Adriana Fernández, que en la ciudad era muy respetada y poderosa, siguió y siguió lanzando un sinfín de tonterías, pretensiones vanidosas, ambiciones y aspiraciones que solo la dejaban a ella cada vez en peor lugar, su hija y el resto la escuchaban y la dejaban.

Cuando por fin se sentó y callo, hablo su hija.

- Estas mal mama, lo digo desde el cariño, entiendo que puedas estar cabreada, pero no imaginas el espectáculo que acabas de dar aquí, si no fueras mi madre no lo hubiese permitido.

Ya soy mayorcita para vivir como quiera vivir y para hacer lo que quiera hacer, tu vive tu vida y déjame que yo viva la mía.

Respecto a Mario, solo he de decirte que no he conocido un tío que folle como el, que me haga correrme las veces que el lo hace y encima que me trate como me trata, como a una señora, por lo que lo siento si no te cae bien, pero vendrá a mi casa cada vez que quiera y espero que sean muchas veces y follare con el cada vez que los dos queramos, que te quede claro porque este tema se ha acabado aquí ya.

Adriana tuvo la intención de empezar de nuevo a lanzarle adjetivos a Mario, pero Emma la cayo con su mano y mirándola fijamente a los ojos le dijo.

- Lo siento mucho que no quiera follar contigo mama, lo lamento de verdad mucho porque en realidad folla como los ángeles, pero ese es tu problema y además intuyo que es lo que te mereces por la forma que tienes de tratar a la gente, así que recula, excúsate y quizás tengas alguna posibilidad o asume que nunca el querrá follarte, pero a mí sí.

Mario se levantó en ese momento.

- Yo os ruego que me perdonéis, pero me voy.

Emma hizo un gesto a Inés, que enseguida también se puso en pie.

- Espera Mario que te acompaño, Emma me alegro mucho de que haya ido todo bien, hablamos mas tarde si quieres, ...