1. Al fin feminizado


    Fecha: 04/09/2019, Categorías: Transexuales Autor: GenovevaSexy, Fuente: CuentoRelatos

    ... universidad.
    
    Me asusté. Dejé de moverme y le pregunté:
    
    -Está bien, ¿qué quiere que haga?
    
    -Quiero que hoy seas una mujer para mí -respondió
    
    Iba a dar una respuesta cuando continuó:
    
    -No tienes por qué avergonzarte, esto quedará entre nosotros. Piensa que realmente esa miseria de miembro que tienes no hará feliz a ninguna mujer y tienes muchos deseos de sexo. Si no puedes de un lado, disfruta pensando en el otro. Si quieres complacer a una mujer: complace a la que hay dentro de ti.
    
    -Tengo miedo -le dije– ¿y si me convierto en gay?
    
    Soltó una carcajada.
    
    -Nada de eso. Simplemente serás un travesti y estarás en mi closet solo para mis deseos y los tuyos.
    
    No tenía escapatoria. Bajé la mirada y luego la vi a los ojos, decidido.
    
    -No tiene necesidad de amenazarme con su cámara -le dije como un súbdito- Me entrego a usted voluntariamente. Tengo muchos años, de masturbarme mientras me visto de mujer -le confesé– sueño que soy una mujer y me poseen. Parece que llegó mi día.
    
    Diciendo esto me soltó. Sentándome sobre la cama continué:
    
    -Quiero ser su mujer, su amante, su novia, lo que sea. Ya no aguanto más. Enséñeme a ser esa mujer -le supliqué.
    
    -mmmmm, que rico mi mariquita, te liberaste por fin. Te voy a feminizar. De hoy en adelante, todos los fines de semana vendrás temprano a mi casa y te concederé tus deseos sexuales más oscuros.
    
    Me tendió la mano y me paré de la cama, balanceándome un poco por los tacones. Me abrazó y me besó.
    
    Me llevó a su armario y vi toda la ropa que allí había.
    
    -Toda esta ropa será tuya -y al decirlo suspiré, liberado.– Pero antes, una prueba. Puso sus dedos en mi boca y los metió. Yo los chupé. Me ordenó que subiera un pie a una silla. Se puso detrás de mí. Bajó su mano, hizo a un lado la pita de mi hilo dental y comenzó a penetrarme con sus dedos.
    
    -Me duele -exclamé
    
    -¿Qué cosa nenita? -dijo introduciéndome todo su gran dedo en mi esfínter– Gime, goza, grita, disfruta. Aquí no me importa que te duela, solo disfruta mi dedo como si fuera un miembro. ¡Suplica por mas! -me ordenó
    
    Mientras jugaba mas su dedo en mi ano. Sentí que llegó a mi próstata e inmediatamente tuve una erección y un pinchazo de placer en la punta de mi verga.
    
    Comencé a gemir. Allí de pie ella siguió metiéndome el dedo, pellizcando mis tetillas y yo dejándome abandonar a mi destino.
    
    Con cada penetración de su dedo sentía mas placer, mas deseo, mas las ganas de gritar como toda una mujer siendo desflorada.
    
    -Quiero que sientas como escupes tu primera leche como mujer, ¡córrete ya!
    
    Y en ese momento me sentí desvanecer. Allí, de pie frente a un armario con vestidos, calzando dos hermosas sandalias, con una falda a medias puesta y siendo penetrada por los dedos de mi ama, me corrí. Fue un orgasmo explosivo, delicioso, lleno de placer, lujuria y liberación.
    
    Ella sacó sus dedos. Me besó y me preguntó:
    
    -¿Cómo te vas a llamar para mi, nenita?
    
    -Genoveva -le respondí– para usted seré su mujer de ...