Perdón padre, he pecado (Parte 2) - Relatos Eróticos

Perdón padre, he pecado (Parte 2)

... hasta con orgullo la postura de su mujer, su amigo y confesor, (el Padre Joaquin) le había dicho que debía sentirse orgulloso de tener una mujer con tal grado de pureza a su lado, que sin dudas era un hombre bendecido, claro lo que el no sabia es que su amada esposa amaba con sus tripas a Joaquin, su amigo, y el cura párroco de su congregación, y con su amado hombre se revolcaban al menos cuatro veces por semana, cualquier lugar era bueno para amarse, incluso lo hacían en la propia casa de ella y en su propia cama matrimonial, ante los continuos viajes de su marido, el cura visitaba a la familia y dejaba a la mujer bien servida y contenta con sus sucios agujeros abiertos y dilatados, ambos aceptaban vivir en adulterio y en pecado, simplemente se amaban, ya nada mas importaba, estaban acostumbrados, toda su vida fue una gran mentira, tanto uno en su fe, como la otra en su familia, aunque últimamente Margarita estaba decidida a vivir en plenitud con su amado hombre, ya no soportaba mas, ella y solo ella, deseaba salir del closet donde la tenían encerrada.

Allá por el año 1995 y con 20 años recién cumplidos, su único hijo Jorge, les comunico a sus padres en una sencilla ceremonia que había decidido ser un fiel ciervo de Dios, y seguir el camino que a el lo hacia feliz, seria cura párroco, esa era su verdadera vocación.

Por un lado su padre estaba orgulloso, pero también sentía una gran pena, el pensaba que su amado hijo seguiría sus pasos en la empresa constructora que el con tanto trabajo había creado, pero en estos momento su hijo y su felicidad eran mas importantes, seguramente ya encontraría una solución a su dilema, en cuanto a su madre ella decididamente no tomo bien su decisión, ella deseaba nietos y ver a su hijo casado y feliz al lado de una mujer, ella quería ver crecer a su familia, ella sabia muy bien la gran mentira que era el celibato, esta decisión la dejo perpleja y enojada, rápidamente culpo por la decisión de su hijo al cura párroco, lo busco y le exigió que hablara con su amado hijo y lo convenciera que desista de su idea, tuvieron una fuerte discusión, ella estaba empecinada y el cura no podía hacerla entrar en razones, tuvo que recordarle que también era su hijo, y en ese momento ella estallo con una furia desconocida, lo trato de poco hombre que no fue capaz de jugársela por ella ni por su hijo y prefirió vivir una vida de mentiras y arrastrarla a ella misma a la misma vida, lo miro con fiereza a los ojos y le dijo que nunca mas volvería a verla, se giro y le grito con toda su voz que era un cobarde.

Con una edad de 45 años decidió ser nuevamente madre, esta vez busco en su esposo la semilla que ella necesitaba, dejo de ir a misa durante tres meses, y casi a diario le exigía a su esposo le haga el amor, el pobre Ignacio no entendía de donde su amada esposa sacaba esas ganas y ella simplemente le dijo que si Dios se llevaba a un hijo de su vientre tendría que darle otro, y así fue que al tercer mes tuvo una falta en su ...